Los tumores en niños serán la prioridad de este tratamiento

Habrá pacientes que se beneficiarán sin lugar a dudas de la llegada de los protones por no ser susceptibles de ser tratados con éxito con la radioterapia convencional (como los casos de melanoma intraocular, los tumores de la base del cráneo o los pediátricos); en otros sería «conveniente» su aplicación y en la mayoría se mantendrá el tratamiento actual con los aceleradores de fotones. De entrada, la mayor precisión y esa menor toxicidad hacen que esta tecnología esté especialmente indicada para los niños. «Se trata de priorizar donde hay más necesidad, por donde más va a ayudar este tratamiento, como en los tumores infantiles, puesto que los órganos de los niños están en desarrollo y son aún más sensibles», indican desde la empresa que impulsa el proyecto en Cantabria. Un estudio del servicio de salud inglés apunta una reducción de los efectos secundarios en niños de una media del 53% con la radioterapia convencional a un 6% con los protones en la mayoría de los tumores, y se reducen diez veces los cánceres secundarios inducidos por la radioterapia.

La tendencia de tratamiento en los centros de protonterapia va evolucionando a medida que la evidencia científica va demostrando su capacidad de curación. Hoy en día los cánceres de pulmón representan la segunda patología en frecuencia de terapia con protones, aunque la previsión es que aumente su aplicación en tumores hepáticos y pancreáticos, así como en los de cabeza y cuello. Asimismo, los expertos apuntan que otra de las recomendaciones en ascenso será la de la mama izquierda, para evitar la toxicidad asociada a la radioterapia convencional sobre el corazón. También en casos de recaídas, cuando se precise repetir la radiación, la recomendación será acudir a los protones. Por el contrario, la indicación para patología de próstata disminuirá progresivamente por el éxito de técnicas avanzadas de radioterapia convencional.