Turismo ha impuesto multas de hasta 30.000 euros a 57 viviendas turísticas ilegales desde 2020

Para entender el volumen de este mercado, el de viviendas de uso turístico, lo mejor es acudir al registro de empresas turísticas y contar. Según informan desde Turismo, el número de «viviendas regularizadas», las «inscritas legalmente», es hoy en día de 656 en la comunidad autónoma. Pero a ese dato es necesario añadir que hay otras 503 que están pendientes, en tramitación. Son dos cifras muy cambiantes «porque hay altas y bajas casi de forma diaria», explica Marta Barca, la directora general de Turismo. «Una vez presentada la declaración responsable se puede tener actividad, habilita para ejercer, pero se eleva al registro o se cancela al ver si se cumplen o no las condiciones». De hecho, el dato que ofrecen desde la Administración es de 169 casos de cancelación, «de no habilitadas».

30expedientes sancionadores se iniciaron en 2021 y otros siete en lo que va de año.

135denuncias entre Hostelería y Turismo Rural en 2021 con casos sospechosos.

48multas se habían puesto hasta abril de 2018, cuando se trabajaba en el decreto.

Entre las que esperan, explican desde Turismo, casos pendientes de subsanar cuestiones con la declaración de responsabilidad, con contar con un título jurídico suficiente o con la cédula de habitabilidad, entre otros. Hay, de hecho, peticiones que se resuelven rápido porque los propietarios solucionan lo que les indican y otras que se quedan atascadas porque no cumplen y no se les pone remedio.

¿Cuánto tiempo, por lo general, tarda en resolverse una solicitud (ha sido motivo de queja de algunos propietarios)? «Pues -según indica Barca- todo depende de que se haga bien o mal la solicitud. Si se presenta todo correctamente, no se tarda nada. Es lo que se tarde en cumplir con todos los requisitos que están indicados en la página web o en presentar la declaración».

Altas, bajas, trámites, registro, peticiones... Eso va por un lado. Por otro, está la vigilancia y el control de la oferta. La búsqueda de ilegales. Desde la Consejería indican que lo que hacen es «acudir frente a los canales de información (portales como Airbnb, Booking o Windu), así como frente a centrales de reserva, para informarles de la obligación de anunciar el número de inscripción en el Registro de Empresas Turísticas de Cantabria». Debe constar esa 'matrícula' que certifica que todo está correcto. «Tras ese requerimiento y aviso previo -continúan-, suelen proceder a la baja de la publicidad de los establecimientos ilegales. Si no lo hacen, es cuando se señala una infracción muy grave. Y también se realiza esa labor informativa previa frente a portales más pequeños como Turismo de Cantabria, Turismo Rural...».

«Lo que nosotros queremos es que todos jueguen con las mismas cartas. No ponemos coto a que haya más camas disponibles, pero siempre que se apliquen las mismas normas que tenemos que cumplir los demás», indica el presidente de la Asociación de Hostelería, Ángel Cuevas. Ellos hacen, cada cierto tiempo, «un barrido en redes y en páginas web» y ponen todos los anuncios sospechosos en conocimiento de la Consejería.

Según confirman a este periódico, en 2021, para hacerse una idea, denunciaron 35 casos. Ese número se va «hasta un centenar aproximadamente» en el caso de la Asociación de Turismo Rural. «Las mismas denuncias y los mismos barridos que veníamos haciendo estos años», indica su presidente, Jesús Blanco. Antes incluso de que entrara en vigor el decreto que regula la actividad. En abril de 2018 contaban que habían formalizado 163 centradas en su ámbito (casas rurales, posadas...), mientras que Hostelería sumaba 72 en esos meses más dirigidas a los pisos turísticos.