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Es consciente de que afronta «un reto muy importante» y, aunque aún es prematuro -su nombramiento debe pasar por el Consejo de Ministros y tras su aprobación ser publicado en el BOE-, Carlos Andradas ya se siente rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ... «entre la ilusión y la responsabilidad». En todo caso, un desafío que se enmarca en la coherencia de una trayectoria académica y universitaria sembrada «por mi interés en asumir constantes retos y en contribuir a mejorar las instituciones». Aunque en el punto de mira inmediato del matemático que sustituye a María Luz Morán al frente de la decana de las universidades de verano, se encuentra ahondar en la situación real de la UIMP, Andradas ya tiene claro que el futuro pasa por la necesidad de conseguir más recursos y proyectar una estructura sólida y estable.
Pero, ¿cuál es el conocimiento del nuevo mandatario sobre lo que significa la UIMP? «Es una institución muy atractiva y peculiar con una historia brillante. Además, ocupa un espacio distinto al de la universidad tradicional y ello se traduce en un sentido diferente que precisamente debe ser aprovechado para reforzar su singularidad».
Exrector de la Universidad Complutense de Madrid, profesor y doctor, fue propuesto al Patronato esta semana por el ministro de Universidades, Manuel Castells, para ser el nuevo rector de la UIMP. Apenas quince días antes María Luz Morán presentaba su dimisión fundamentando su decisión en el «débil apoyo institucional» y en «la falta de medios». Desde las primeras horas, Andradas ha subrayado que la UIMP es «una institución con una singularidad que permite grandes atractivos y hacer cosas en un marco de actuación distinto». Como declaración de intenciones apunta que «vamos a intentar estar a la altura», sabedor de que «hay muchas esperanzas depositadas en mí».
Mirar hacia adelante es el lema que se ha impuesto Andradas en estos primeros pasos. En su opinión, «nunca hay que perder de vista que la Universidad Internacional es una institución estratégica que juega un papel fundamental» en lo social y académico. La UIMP «necesita recursos, está claro, pero no sólo más apoyo desde la Administración, sino que debe trabajar para conseguir más recursos desde otras fuentes». De igual modo, está convencido de que «es preciso analizar y resolver los problemas de infraestructura y personal y con el apoyo de la Administración ir llenando esas lagunas y carencias internas». Andradas cree que necesita «acometerse un proyecto que dote a la UIMP de una estructura sólida y estable para abordar después otros objetivos».
Carlos Andradas agradece el apoyo mostrado por el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, con los que ya ha mantenido conversaciones telefónicas. El nuevo rector, pese a que aún no se han cerrado los pasos oficiales para certificar su cargo, ya piensa en el diseño de lo que será su equipo de gobierno. Además viajará en breve a Cantabria. En perspectiva, Andradas apuesta por «redefinir determinados aspectos de la realidad académica, aplicar nuevas iniciativas y ser imaginativos». Aunque insiste en la importancia de primar la recuperación de la UIMP en su función vital: «Su visibilidad como un foro referente de discusión que sirva a la sociedad».
Carlos Andradas está convencido de que la UIMP «puede tener ese componente de creatividad manteniendo, por supuesto, el espíritu académico, pero enfocando su proyección a ese gran foro de debate que aborde todos esos temas que preocupan a la sociedad y con la especialización y formación como constantes referencias». Al margen de las nuevas tecnologías, la recuperación mayor de la presencialidad y de otras posibilidades de futuro, «necesitamos ese foro de debate como escenario principal».
El nuevo rector esperará a tener una radiografía clara de los problemas «más acuciantes, antes de adoptar cambios que habrá que hacer», aunque el modelo, a su juicio, sigue siendo válido. No obstante, aunque esperanzado en que la presencialidad será recobrada, señaló que «la pospandemia no a va a significar esa vuelta a la normalidad de la que se habla».
Andradas agradeció el trabajo realizado por el equipo de Luz Morán, con quien ya ha tenido un primer encuentro, y destacó que el trabajo de la exrectora se ha desarrollado durante «una etapa muy difícil», condicionada por la pandemia que ha afectado a toda la sociedad. «Conozco el mundo universitario y he estado al frente de la mayor universidad del Estado, pero está claro que la UIMP es singular, con una idiosincrasia especial en la que debe hacerse hincapié»
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