Urbanismo afirma que el Centro del Burro en Punta Ballota no cumple la ley

El informe está elaborado por los funcionarios de la Consejería y es preceptivo, pero no vinculante. No es vinculante, pero las posibilidades de que el Centro de Interpretación del Burro salga adelante son mínimas. Además de este estudio de Urbanismo hay otro que, previsiblemente, también será muy contundente en contra de la creación de este recurso «turístico y cultural», el que tiene que emitir el arquitecto de Suances. El siguiente paso es que toda la documentación se analice en el seno de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu), donde el Gobierno de Cantabria tiene un gran peso a la hora de votar las decisiones.

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Por las palabras y el tono del consejero Media, parece que el Ejecutivo popular no ve con buenos ojos esta iniciativa, que planteaba una inversión de 600.000 euros y la creación de entre seis y ocho puestos de trabajo. A esa reunión de la Crotu, aún sin fecha, irán todas las alegaciones que se están redactando desde distintos colectivos ambientalistas, la propia Junta Vecinal de Tagle que preside la socialista Rebeca Pernía y formaciones políticas como Cantabristas. Todos estos colectivos se han movilizado con especial intensidad desde el pasado 7 de septiembre, cuando salió a información pública el proyecto completo y comenzó a contar el plazo para la presentación de alegaciones. En este caso, el procedimiento ha sido relativamente rápido porque el expediente llegó a Urbanismo en agosto y ya está cerca de resolverse. Previsiblemente, de forma negativa.

La finca de 6.279 metros cuadrados que la empresa ya ha adquirido tiene la catalogación de suelo rústico de especial protección de acuerdo a la Ley del Suelo, se encuentra dentro de los espacios a proteger por el Plan de Ordenación del Literal (POL) y se define como agropecuaria de acuerdo al Plan General de Ordenación de Urbana (PGOU) de Suances. Y aunque sobre el papel pudiera parecer que esto no permitiría tocar el terreno, Pérez defiende que sí es posible levantar sobre él instalaciones relacionadas con el ámbito de la ganadería, la naturaleza o la cultura. Incluso construir también dentro del edificio singular proyectado –de una única planta de geometría circular con una cúpula geodésica desde la que se puede ver tanto el mar como los burros– una pequeña vivienda «que permita la estancia del personal destinado al cuidado y mantenimiento de los animales y de la instalación».

Además del edificio principal de 383 metros cuadrados y las cuadras de 90 metros cuadrados, dentro del proyecto también figura la construcción de una zona de aparcamiento destinada para albergar a 22 vehículos.