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La subida salarial en ciernes alegrará las próximas nóminas del personal sanitario, pero no va a resolver los problemas que tendrá que afrontar el Servicio Cántabro de Salud este verano en el que, por primera vez, no dispondrá del retén de MIR recién terminados por el retraso que acumularon el primer año de la pandemia (2020), cuando empezaban la residencia. La situación es «tan crítica en los servicios de urgencias hospitalarias, SUAP y 061», a juicio de CSIF, que esta semana planteó convocar una huelga a partir del 1 de julio si Sanidad no ofrece soluciones.
«Es que el servicio de Urgencias de Laredo va a colapsar, ahora mismo le falta el 40% de la plantilla», denuncia Margarita Ferreras. La amenaza de movilizaciones ha forzado la convocatoria de una mesa sectorial el 13 de junio para abordar el plan de contingencias para el verano. Desde Satse inciden en que, además de faltar médicos, «tenemos un importante déficit de enfermeras, con graves problemas en todas las Gerencias del SCS». Y que a estas alturas no haya aún un plan ya diseñado lleva a CC OO a exigir «el cese completo de toda la Gerencia de Atención Primaria por su inoperancia».
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