Si usas patinete eléctrico, mira bien por dónde vas

De hecho, Santander y Santiago de Compostela son de las pocas ciudades del norte de España que siguen sin una ordenanza de circulación que estipule los usos y restricciones para estos vehículos y que regule la utilización de los espacios y evite problemas y conflictos entre bicicletas, patinetes y peatones.

El 21 de febrero la Policía Local de Santander detuvo en la calle Ramón Sáez de Adana al conductor de un patinete eléctrico que circulaba bajo los efectos del cannabis. Cometió una infracción, le hicieron la prueba, dio positivo y el vehículo acabó siendo retirado por la grúa y trasladado al depósito municipal de Ojaiz.

El mismo día, justo cinco minutos antes, agentes de la Policía Local auxiliaron en la calle Tetuán a una mujer de 43 años que se había lesionado tras sufrir una caída mientras conducía otro patinete.

El pasado siete de julio, una mujer que circulaba en patinete por el carril bici de la calle Castelar, a la altura de Puertochico, sufrió un accidente y se estrelló contra una marquesina de la calle Castelar. El golpe fue tan violento que una de las paredes de cristal se hizo añicos.

El pasado 26 de julio, un joven de 17 años conducía un patinete eléctrico por la calle Universidad, en Santander, cuando por motivos desconocidos, atropelló fuera del paso de peatones a un varón que tuvo que ser auxiliado por miembros de la Unidad de Atestados de la Policía Local y trasladado en ambulancia del 061 al Hospital Marqués de Valdecilla. Mientras los agentes instruían las correspondientes diligencias, un segundo menor (de 15 años), que pasaba por la zona conduciendo también un patinete eléctrico, se distrajo por el accidente y se chocó contra un coche que estaba aparcado.