![Vacaciones en Paz vuelve tras dos años de parón y busca familias de acogida](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202204/01/media/cortadas/Imagen%20angel%20oria03-kiTB-U1601516131837jUD-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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Cuenta Ángel Oria que, para sus hijos, aquellos dos niños saharauis que acogieron en su casa hace años «siguen siendo como hermanos». Convivieron en familia y el vínculo que crearon entonces «ya no se pierde». Un mensaje con el que este miembro de la ONG ... Alouda Cantabria, encargado de la coordinación del programa Vacaciones en Paz, espera llegar a la sociedad y animar a que las familias se apunten a una iniciativa que, tras dos años de parón, retoma la acogida de menores en verano. Algo que, a su vez, «da una visión diferente del conflicto» en el Sáhara Occidental.
–Vuelve el programa Vacaciones en Paz tras la pandemia. ¿Qué supone retomar la actividad?
–Una alegría porque contempla dos aspectos. Uno, el humanitario, que es sacar a los niños de temperaturas de hasta 50 grados, hacerles revisiones médicas y darles una alimentación mejor porque vienen con anemia. Eso complementado con el conocimiento de otra cultura y forma de vivir. Y otro aspecto fundamental es visibilizar el conflicto en el Sáhara a través de los niños y que la gente entienda una reivindicación histórica.
–¿Han percibido algún cambio en estos años?
–En los conflictos puedes tener claro los conceptos, pero la cosa cambia cuando le pones cara. Haces tuya la causa y es como si te agredieran a ti. En el ámbito local hay una sensibilidad especial porque les hemos presentado a los niños.Pero la solución es del Gobierno central y ya vemos cuál ha sido la respuesta…
–¿Cómo han recibido el cambio de postura del Ejecutivo?
–Con consternación, porque es una traición evidente y no lo entendemos. Ni aunque sea para tener una relación amable con Marruecos. En el caso de Ucrania –que nos tiene a todos en vilo– se ha delimitado claramente quién es el agredido y quién es el agresor. En el Sáhara es lo mismo: hay dos partes sobre un territorio pendiente de administración. En este caso, España es potencia administradora de iure –lo que quiere decir que lo es ante la ley, pero no en la práctica–. Se ha sentenciado que no se pueden hacer tratados comerciales sin el aval del Frente Polisario, tienen que establecer negociaciones con ellos. No lo entiendo. Para descolonizar debe haber una pregunta al pueblo saharaui.
–¿Qué debería hacer España?
–El Gobierno de España ha mantenido una postura difusa porque ya vemos lo que hace Marruecos. Es un socio no fiable salvo que entienda que hay que respetar la ley internacional. Para cerrar el conflicto el Gobierno debería liderar la celebración de ese referéndum que puede incluir la pregunta de si el pueblo quiere formar parte del territorio. El Frente Polisario no se niega a esa cuestión.
La ONG Cantabria por el Sáhara es otro de los entes que participa en el programa Vacaciones en Paz y su coordinadora, Carmen García, recibe con «alegría» poder retomar la acogida de menores. Sobre todo por los motivos «sanitarios y nutricionales», pero también para hacer hincapié en un conflicto abierto desde hace 46 años: «Los niños son los mejores embajadores. Cuando la gente les ve, se pregunta qué hacen aquí», señala. Y este año es aún más importante tras la decisión del Gobierno de España, que «va en contra del Derecho Internacional; estamos indignados».
–¿Esta situación puede afectar al programa Vacaciones en Paz?
–Esperemos que no. Este año el programa se ha iniciado cuando el Gobierno de España ha dado el visto bueno a que puedan venir los niños. Hemos iniciado los trámites y ya estamos captando familias, pero vamos tarde.
–¿Cuántas familias hacen falta y qué necesitan saber las que quieran acoger niños?
–Todas las que podamos conseguir. Aunque más allá de 80 niños no podríamos traer. Y el único requisito que pedimos es que firmen los documentos que necesitamos y luego que les cuiden durante el verano. Los costes del viaje los asumen las asociaciones, pero ellos tienen que darles de comer y cuidarles como un hijo más. Nada más. También haremos actos donde expliquemos qué es el Sáhara y les pondremos al día de lo que supone acoger a un niño durante dos meses.
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