«Las vacunas son seguras»

Vista como una auténtica eminencia en su campo de actuación, la madrileña Margarita del Val, química, viróloga, inmunóloga y una de las más reputadas investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cierra en este periódico algunas de las principales interrogantes que cuelgan de las tan ansiadas vacunas.

1. ¿Son seguras las vacunas lanzadas al mercado?

–Las vacunas son muy seguras. Muchos gobiernos han financiado la precompra de esas vacunas, que, en la práctica, quiere decir que se ha adelantado mucho dinero para que se puedan llevar a cabo grandes ensayos clínicos. Ensayos a los que, por otro lado, se ha presentado un número de voluntarios cinco veces mayor al que se había presentado antes a cualquier prueba realizada frente a otros agentes infecciosos, lo cual ha permitido recoger y valorar resultados de mucha gente en un breve espacio de tiempo y sin haber tenido que acelerar los plazos de evaluación.

2. ¿Existen diferencias entre la de Pfizer y la de Moderna?

–No. Ambas vacunas son iguales. Están dando el mismo resultado. Así se concluyó en la audiencia de evaluación realizada por la Agencia Federal del Medicamento de Estados Unidos (FDA).

3. ¿Qué efectos adversos graves pueden producir?

–En principio no causan ninguno. Se ha dicho que pueden provocar una reacción alérgica grave y, efectivamente, puede ser así, pero ya ha quedado acreditado que esa reacción se da en una persona de cada 100.000.

4. ¿Es arriesgada una vacuna fabricada en tan solo un año?

–Cualquiera que desconozca el procedimiento podría pensar así, pero en absoluto es arriesgado. Los procesos se han acelerado en aquello en que se podía acelerar. Se ha acelerado, por ejemplo, en la precompra de las vacunas y a lo mejor hemos precomprado alguna que luego resulta que no funciona lo suficientemente bien, pero, visto lo visto, es muy probable que varias de las que hemos precomprado vayan a funcionar como se quiere.

5. ¿Es importante que exista más de una vacuna?

–Que existan no una sino varias vacunas es muy importante porque hay pocas dosis de cada una. Necesitamos que esas fábricas, en distintos lugares del mundo y mediante distintas tecnologías, estén produciéndolas para que cuando una de ellas prevea problemas con el abastecimiento no nos quedemos todos colgados. Por otra parte, y tal y como sucede con las vacunas para la gripe –este año, por ejemplo, ha habido como seis o siete circulando– es bueno que existan variantes, porque dentro de esas variantes habrá alguna que nos vaya a permitir proteger no solo a las personas vacunadas sino a sus contactos, una faceta esta muy importante que averiguaremos con el paso del tiempo.

6. ¿Dejaremos de usar mascarilla una vez vacunados?

–No. Una vez vacunados deberemos seguir llevando mascarilla porque, de momento, no existe la certeza de que una persona que haya sido vacunada no contagie. En el calendario vacunal del bebé, la mitad de las vacunas logra que el niño se proteja frente a un virus y, además, no lo contagie. Pero la otra mitad no lo logra, de modo que pueden convertirse en contagiadores silenciosos. Así que, mientras no lo sepamos, tendremos que seguir adoptando todas las medidas sanitarias que nos han aconsejado.

7. ¿Deben vacunarse las personas que han superado el covid?

–La vacuna de Pfizer ha demostrado su eficacia en aquellas personas que ya la han superado porque refuerza su inmunidad. Además, y al margen de su eficiencia en este grupo de población, probada como he indicado, cabe recordar que se está vacunando a todo el mundo, a los contagiados y a los no contagiados, por una simple razón logística. Hacer ese cribado tan complejo, separando a los que han superado el coronavirus y a los que no, sería complicar en exceso el proceso de vacunación.

8. ¿Cuando se alcanzará la inmunidad colectiva?

–La inmunidad colectiva se alcanza únicamente si las vacunas protegen de un posible contagio. Da igual que haya muchas personas vacunadas si luego terminan convirtiéndose en poten- ciales contagiadoras silenciosas. Solo si la vacuna es esterilizante, es decir, si evita que un vacunado deje de contagiar al entorno, habremos logrado alcanzar la inmunidad colectiva ante el covid. Y eso es algo que, de momento, desconocemos.