Valdecilla reserva camas extra para afrontar la gripe, «con presión máxima en Urgencias»

El Hospital Valdecilla, que ya ha activado su plan de invierno, registra en la actualidad una «alta ocupación, está prácticamente lleno», aunque «hasta ahora estamos aguantando bien, sin tener que recurrir a medidas adicionales», señala Luis Iglesias, subdirector médico y coordinador de esa reorganización. Y eso implica que, aunque se ha reservado una planta de hospitalización (dotada con hasta 24 camas) para afrontar la temporada de explosión de virus, por el momento «no hemos tenido que abrirla». La prueba de que hasta la fecha el impacto de las infecciones respiratorias no ha interferido en el funcionamiento de la actividad es que se han podido mantener los quirófanos «a pleno rendimiento». «Hemos estado operando como nunca», destaca Iglesias, que avanza que el ritmo de intervenciones descenderá a partir de ahora, «como es habitual», no como consecuencia de la presión asistencial sino por la sucesión de días festivos y vacaciones.

No obstante, deja claro que a la vuelta de las Navidades, se volverá a pisar el acelerador con las cirugías para aligerar las listas de espera, que es el gran reto que tiene por delante la Consejería de Salud para el nuevo año. «Hasta ahora hemos conseguido conjugar el mantenimiento de la actividad quirúrgica con la absorción de la demanda que generan las infecciones respiratorias, sobre todo la gripe, que está en pleno pico», afirma el subdirector médico. «En las últimas cuatro semanas, los casos confirmados en Urgencias de Valdecilla se han multiplicado por nueve. Sólo la semana pasada se detectaron 166, de los cuales 46 fueron ingresados. Y siete de ellos, fueron derivados a Cuidados Intensivos, prácticamente uno diario. No es algo alarmante, simplemente nos recuerda que a veces la gripe se puede complicar mucho», expone.

Sin embargo, no es en la hospitalización donde se están atravesando los mayores apuros desde que la gripe superó el umbral epidémico, a principios de diciembre, sino en Urgencias, «donde la presión es máxima, con días puntuales (lunes casi siempre) en los que se están superando incluso los 450-460 pacientes diarios, que es muchísimo» -casi un centenar por encima de lo considerado normal en cualquier otro momento del año-. «Otros inviernos no habíamos llegado a esas cifras. Ni siquiera había pasado en verano», que es el otro momento crítico. Ese «llamativo» balance se refiere solo a las consultas de adultos, a las que hay que sumar las urgencias registradas en el servicio de pediatría, con «días en los que se atienden a más de un centenar de niños».

Aquí hay que recordar que este año la gripe llegó a Cantabria antes de lo previsto (sin haberse dado por finalizada la campaña de vacunación incluso), con lo cual la onda se ha solapado con la del Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que habitualmente la precedía, causando la popular epidemia de bronquiolitis en los más pequeños, que el invierno pasado fue especialmente intensa.

Así que en lo que va de diciembre ambos virus han compartido protagonismo, hasta ahora que el VRS empieza a perder fuerza. De hecho, «la semana pasada en Urgencias de Valdecilla se detectaron 56 casos de VRS, de los cuales 14 precisaron ingreso. Y lo que hemos observado es que en estos momentos ya hay más casos en adultos que en niños», lo que forma parte del ciclo de transmisión. Por lo general, son los pequeños de la casa -los más susceptibles a este virus- los que se contagian, pero después va cayendo el resto de la familia.

Todo eso sin olvidar que el covid también sigue activo. De los 30 positivos confirmados la semana pasada en el hospital, once fueron ingresados. Y desde Salud Público confirmaron el martes que ya son seis las muertes que ha causado en los últimos 15 días.

«Valdecilla está absorbiendo toda esa demanda, pero con un esfuerzo tremendo», reconoce Iglesias, al frente del comité de seguimiento que «se reúne semanalmente» y decide los pasos a seguir «para ir adaptando el hospital a las necesidades de cada momento». En definitiva, «el plan recoge una serie de medidas que se van aplicando de forma escalonada en función de la presión asistencial para determinar cuándo hay que activar más recursos», añade. Y estrategias similares se siguen en los hospitales comarcales de Laredo y Sierrallana-Tres Mares, con menos margen de maniobra para crecer en caso de que se disparen los ingresos.

La clave, cuando la demanda aprieta, es procurar medidas que favorezcan la rotación de camas en planta, de forma que no se acumulen en los boxes de Urgencias los pacientes pendientes de subir a planta, que es lo que puede desembocar en atasco. De ahí que, explica Iglesias, una de las primeras decisiones que siempre se adopta cuando empiezan a asomar los virus invernales es «priorizar la cirugía mayor ambulatoria (CMA)», que no precisa ingreso -el paciente acude por la mañana y está de vuelta en su casa a última hora de la tarde-.

De esa forma, se esquiva el riesgo de tener que suspender cirugías porque no hay disponibilidad de habitaciones, que fue una de las consecuencias que se repitió con cada ola de covid durante los años de pandemia.

En paralelo, añade el subdirector médico, «se intentan agilizar las altas hospitalarias, para favorecer esa rotación de camas lo más posible», una medida que acompaña a otras, como la utilización de habitaciones dobles, que en otros momentos funcionan de forma individual, donde «resulta fundamental el trabajo de Admisión», precisa. Hasta ahora, ha bastado con eso para mantener el hospital «a pleno rendimiento» pese al aumento progresivo de la presión. Habrá que esperar a ver los efectos de la primera cita navideña para evaluar la situación y decidir si hay que pasar a la siguiente fase del plan de invierno. La gripe y su compañía vírica marcarán el compás.