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La víctima de la supuesta violación grupal en la Semana Grande de Santander de 2022 ha ratificado este martes su denuncia en el arranque del juicio contra los cuatro procesados (Espoir N. N., Jean P. N., Ble C., y Julio C. C.), que aseguraron que ... las relaciones fueron «consentidas» y que la chica, que entonces tenía 22 años, participó voluntaria y activamente en ellas y que, además, estaba «consciente»; si bien dos de ellos cambiaron su versión y los otros dos solo contestaron a preguntas de sus abogados.
En este caso, el fiscal pide una pena conjunta de más de cien años de cárcel a los acusados –al parecer hay un quinto varón implicado que no ha sido identificado– y que indemnicen con 100.000 euros a la víctima por el daño moral (ha sufrido una grave afectación de su estado de ánimo y estrés postraumático como secuela).
De acuerdo con el escrito provisional del fiscal, el día de autos la joven había estado de fiesta toda la noche y tenía disminuidas sus facultades por el consumo de alcohol y drogas (cannabis y cocaína). Por la mañana se encontró con los imputados –de nacionalidades africanas y sudamericana– en un after y tras el cierre del local fue convencida por Espoir para que le acompañara al domicilio donde vivían otros dos.
Una vez allí, fue con el primero a un dormitorio para mantener relaciones con él, pero otros dos entraron en la habitación y comenzaron a tocarla y desnudarla. La mujer, que «en ningún caso» quería mantener relaciones con esas personas, se quedó «paralizada» y en «shock» mientras la penetraban, de forma vaginal y anal, sumándose después uno más y ante la presencia «intimidatoria» del primero.
Luego accedió un quinto hombre que la obligó a hacerle una felación, de modo que la joven se vio «rodeada de cinco varones casi desconocidos de fuerte complexión en el reducido espacio de un dormitorio» en el que todos actuaban pese al «desasosiego» y «angustia» de ella, según el fiscal. Un relato que esta martes ratificó la denunciante durante su declaración a puerta cerrada, según pudo averiguar este periódico al finalizar la vista.
Sin embargo, los cuatro encausados coincidieron en que la denunciante estaba «normal» e incluso «muy bien», según aseguró el primero en declarar, Espoir, que incluso indicó que la chica no se encontraba «bebida». Este procesado es uno de los que ha cambiado la versión de los hechos que ofreció en la fase de instrucción. En ese momento secundó la denuncia de la joven pero negó su participación. Sin embargo, este martes cambió su relato y lo achacó a que «no estaba bien en prisión y a sustancias que tomó para ello y porque pensé que si le daba la razón a la chica así me sacarían de la prisión (llevaba siete meses preso)».
Este acusado afirmó que se encontraba en la cama con la denunciante cuando entró otro de los procesados, Ble, «con el que ella se empezó a besar», y «al que le propuso hacer un trío». Pero Espoir se negó. «Después llamó a Julio y se la empezó a chupar». Afirmación que corroboró el implicado: «Me bajó la cremallera (del pantalón) y me hizo una felación», aseveró, para negar igualmente que estuviera «borracha». «Ella estaba consciente», relató.
Este acusado también cambió su versión de los hechos –al estilo Dani Alves–, ya que en su primera declaración negó haber tenido relaciones sexuales con la víctima «porque estaba avergonzado y tenía miedo a romper con mi esposa porque es muy creyente», pero ahora las reconoce. En la misma línea que los anteriores, Jean, otro acusado y dueño del piso donde se produjeron los hechos y que dice que no tuvo relaciones con la denunciante, afirmó que ella estaba «más espabilada» que ellos. Dice que la vio «normal y coherente» y que era «muy consciente de lo que estaban haciendo». Pese a ello, no le gustó «nada» lo que sucedió en su casa, aunque tampoco sospechó «en ningún momento que hubiera habido algo fuera de lo normal».
Mientras se producían estas supuestas relaciones consentidas entre Julio, Ble y la chica, Espoir dice que se sintió «muy mal» y «decepcionado», ya que no había llegado a consumar con la chica, según su versión. «Permanecí sentado en una silla que había en la habitación, cabizbajo, hasta que salí», apuntó, al tiempo que dijo que había una quinta persona «pero no estaba en el piso».
Frente al relato de la denunciante, los cuatro acusados hicieron mención a un momento en el que la chica y Ble se introdujeron en un baño, donde éste último asegura que mantuvo relaciones con ella. Según su versión (tuvo que estar asistido por una traductora durante su declaración), la chica parecía «un poco mareada», aunque quiso dejar claro que ella era «muy consciente de lo que estaba haciendo». Por eso sostiene que las relaciones fueron «consentidas» y la joven estaba «totalmente de acuerdo» en mantenerlas.
Tras este episodio, la chica salió del piso en un estado de «máxima confusión» por lo ocurrido, según su relato, junto a Espoir, Ble y Julio. Ella afirma que se dirigieron a la estación de autobuses de Santander, donde se subió a un autobús junto a Espoir y Ble (Julio se marchó) en dirección a su domicilio. Sin embargo, al llegar a la parada dice que Espoir la sujetó impidiéndola bajar del bus, con la intención de convencerla de que les acompañase al domicilio de él, a lo que ella accedió dado su estado de «shock».
Sin embargo, los acusados sostienen que «nadie salió precipitadamente» del piso de Santander y negaron que obligaran a la víctima o que la impidieran bajarse en una parada anterior, donde vivía ella.
Cuando ya se encontraban en la vivienda de Espoir, la denunciante dice que se puso en contacto con su compañera de piso, a la que había relatado lo que había ocurrido, desplazándose está hasta el lugar para auxiliarla. Sin embargo, con la intención de «consumar» con ella una relación sexual, Espoir trató de evitar que saliese de la vivienda, «sujetándome» y «cerrando la puerta» con llave y «ocultando» su teléfono móvil, hasta el punto de que la chica trató de salir de la vivienda a través de una ventana y pese a la oposición del dueño del piso, que en ese momento «se extrajo el pene del pantalón» y se dirigió hacia la chica «con intención de mantener relaciones sexuales».
Pero los implicados niegan que la víctima intentara salir por la ventana y que una vez que abandonó la vivienda para reunirse con la amiga a la que había avisado, la siguieran; «simplemente la acompañamos».
Esta amiga declaró este martes que recibió una mensaje de la víctima en el que le decía: «Me han metido tres pavos, me quiero morir». Tras ese mensaje hizo varios intentos para localizarla y cuando lo hizo, la víctima llegó a decirle que estaba en un piso retenida y que «estaba intentando salir». Cuando lo consiguió y se encontraron, esta testigo dice que la denunciante estaba «muy borracha» y se «tambaleaba», y que dos de los cuatro acusados aparecieron detrás de ella. «Se refería a uno de ellos como el salvador». Entonces esta amiga le pidió el nombre al chico en cuestión por si había sido testigo de algo. Pero él se negó a darle sus datos, por lo que ella decidió hacerles una foto a todos ellos. «Si no habéis hecho nada malo lo entenderéis», les dijo. «Ellos decían que no había pasado nada y que lo habían pasado bien».
A continuación, esta testigo relató que la víctima estaba «rara» y que inicialmente no contaba nada hasta que empezó a «hilar cosas». «Cuando se dio cuenta de lo que había pasado, empezó a llorar».
Tras este testimonio se produjo el de otra amiga de la víctima, quien afirmó que esta le llamó y le dijo: «Me han violado entre siete personas y me han dado por todos los lados».
El juicio continuará el miércoles con más testificales y las periciales. Los primeros en comparecer serán los agentes de la Policía Nacional que intervinieron en el caso. Después será el turno de los peritos, entre los que se encuentran las médicos forenses, facultativos del Instituto Nacional de Toxicología, del servicio de Biología y especialistas de policía científica. Según recoge el fiscal en su escrito, la denunciante sufrió equimosis puntiformes en areolas mamarias, en pierna izquierda cinco hematomas redondeados bajo la rodilla, en pierna derecha dos escoriaciones lineales en el muslo de cinco centímetros, cuatro hematomas redondeadas en cara anterior de la pierna, y erosión en tercio medio pierna, así como genitales externos eritematosos, precisando de una primera asistencia facultativa para la atención de las lesiones. En la analíticas practicadas a la chica dio positivo en cannabis, cocaína, fluoxetina y diazepam, y arrojó una tasa de alcohol en sangre de 1,22 gramos por litro.
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