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El debate sobre el lobo sigue robando titulares al covid. Ayer fue Pedro Casares, diputado del PSOE cántabro, quien se mostró a favor de incluir al animal en el Listado de Especies de Protección Especial y concederle así una especial protección que prohíba su caza. ... Su postura rompe con la línea defendida tanto por el PSOE de Cantabria como por el propio Ejecutivo regional. Esta mañana, Pablo Zuloaga, vicepresidente del Gobierno regional y secretario general del partido en la región, ha eludido pronunciarse al respecto y únicamente ha señalado que «la postura del Ejecutivo regional es clara y está soportada por el PSOE de Cantabria». Zuloaga se «circunscribe» así a las decisiones tomadas en la región.
Quien sí se ha pronunciado sobre las declaraciones de Pedro Casares acerca del lobo ha sido Guillermo Blanco, consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que ha mostrado su «indignación» porque van en contra de lo que defiende el Ejecutivo regional y de lo que «por unanimidad han decidido los representantes» en el Parlamento de Cantabria que rechazaron la inclusión del animal en el Listado de Especies Silvestres de Protección Oficial y coincidieron en solicitar al Ministerio de Transición Ecológica «rectificar» y buscar el diálogo. Pero no sólo eso, también desdice lo que opina la Federación de Municipios, las Organizaciones Profesionales Agrarias y el resto de «representantes del medio rural». Para Blanco la opinión del diputado socialista está «alejada de los problemas reales» del sector y demuestran que «pisa poco el terreno» porque la prohibición de su caza no permite la «coexistencia» con la ganadería -como señaló ayer Casares- sino que la «dinamita».
El consejero ha subrayado en declaraciones a este periódico que es, precisamente, el Plan de Gestión del Lobo que está en vigor en la región el que «facilita» que el animal conviva con el ganado y es el documento que «asegura el pago de los daños» a los ganaderos que sufren los ataques de algún cánido. En resumen: «Es un insulto al medio rural». Sobre que el lobo actúa en «selectivo», señala el consejero es «falso» y además «pone en duda la sanidad» de la campaña. En todo caso es un animal que ataca «al débil». Sobre todo es «indignante» que quien representa «los intereses de Cantabria en Madrid» no velé efectivamente por la región. En relación a la regulación aplicable en otros países europeos, Blanco añade que la directiva europea es la que considera que la gestión de la especie debe hacerla «cada comunidad». «Francia y Alemania ya han solicitado hacer controles» porque empiezan a tener problemas similares.
También ha subrayado en que es «falso» que exista una comunicación entre el Ministerio y los sectores afectados. La petición de las comunidades autónomas que promovieron la 'Carta abierta en apoyo a una gestión del lobo basada en el respeto al mundo rural, el consenso social y la coexistencia', (Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León) han solicitado una reunión a la Ministra Ribera para poner en marcha una «conferencia interterritorial y aún no hemos obtenido respuesta», ha explicado el consejero esta mañana.
La polémica
Además, esta misma tarde el Pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado este jueves una moción consecuencia de interpelación propuesta por Foro Asturias a la que se sumaron PP y Vox y que finalmente obtuvo también los votos favorables de UPN y PRC. La iniciativa instaba al Gobierno a no incluir al lobo en el listado de especies silvestres en régimen de especial protección (Lespre) y, además que este pudiera cazarse no solo al norte sino también al sur del Duero.
La iniciativa ha sido rechazada con los 166 votos contrarios de PSOE, Unidas Podemos, Bildu, Más País, Teruel Existe, BNG y Nueva Canarias y las 38 abstenciones de ERC, JxCat, PNV, CUP y Cs, frente a los 143 votos favorables que sumaban los proponentes.
La iniciativa es resultado de la negociación del texto de la moción consecuencia de interpelación defendida este martes por Foro de Asturias y las enmiendas presentadas a la misma por PP y Vox, que coinciden en solicitar al Ejecutivo, no sólo no incluir las poblaciones de lobo al norte del Duero en el LESPRE, sino revertir esta protección que ya reciben actualmente las poblaciones al sur del Duero, que no se pueden cazar.
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