El Palacio de Festivales se transforma en un cabaret

Cincuenta años después de su estreno en Broadway, celebra su aniversario con una larga gira, que esta semana recala en Santander. Cabaret es el musical que muestra cómo dejarse guiar por el corazón para sobrevivir en un mundo que se desmorona. Gobernado por su inquietante y divertido Maestro de Ceremonias, Armando Pita, el Kit Kat Club escenifica la convivencia entre el imparable crecimiento de los nazis y la fingida normalidad cotidiana de los protagonistas.

Dos romances comparten escena: la cantante inglesa Sally Bowles y el novelista estadounidense Cliff Bradshaw y Fraülain Schneider con el propietario judío de un floreciente negocio de frutería, Herr Schultz. Con varias de las canciones más emblemáticas de la historia de los musicales: Willkomen, Cabaret, Money, Money, el montaje, premiado con ocho Oscar, 12 premios Tony, 3 premios Oliver y 3 premios Drama Desk, se ha representado en más de cincuenta países y se ha traducido a más de treinta idiomas.

Dejen sus problemas afuera. Aquí la vida es divina, reza en la entrada al cabaret. Una historia en la que un joven escritor americano viaja en tren hasta Berlín buscando inspiración para escribir su nueva novela. Y llega al Kit Kat Club, donde convergen todo tipo de personajes de la noche de Berlín. Un sitio donde todo da igual.

La historia de cabaret comenzó en 1937, con la novela Adiós a Berlín, de Christopher Isherwood. Su primera versión teatral llegó en 1952. Es precisamente en estos dos textos en los que se ha basado Jaime Azpilicueta para desarrollar la historia de este montaje.