Bonet relevará a De la Concha al frente del Cervantes

Poeta, ensayista, crítico de arte, Juan Manuel Bonet dispone de uno de los más brillantes currículos en el mundo de la gestión cultural. Es hijo de Antonio Bonet Correa, que fuera director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Colaborador y crítico en multitud de medios, considerado uno de los grandes expertos en pintura contemporánea en España, Bonet ocupó entre 1995 y 2000 la dirección del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), desde donde pasó a ser director del Museo Reina Sofía, cargo que ocupó entre 2000 y 2004. Al frente del Instituto Cervantes de París desde 2012, ha sido comisario de un sinfín de exposiciones y ha contribuido decisivamente al presencia del último arte español en colecciones internacionales.

Conocido y respetado bibliófilo, Bonet cuenta con una de las bibliotecas privadas más atractivas de España y como autor y critico ha firmado textos de referencia como 'Diccionario de las Vanguardias de España (1907-1936)'. Fue también editor en el desaparecido sello 'Trieste' y responsable de la edición de la obra completa del poeta ultraísta Rafael Lasso de la Vega.

Publicó en 1983 su primer libro de poemas, 'La patria oscura', al que siguieron poemarios como 'Café des exilés' (1990), 'Praga, doce poemas de Pavel Hrádock' (1994) y 'Postales' (2003). Es también autor del dietario 'La ronda de los días' (1990), cuya traducción francesa llevaba prólogo del Nobel Octavio Paz.

Con un presupuesto de 115,36 millones de euros el año pasado, Bonet deberá afrontar un reto primordial, lograr una ley de autonomía para la institución como la que tienen ya la Biblioteca Nacional, el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Teatro Real y que su antecesor no ha dejado de reclamar. También redefinir una estrategia esbozada en el Plan Estratégico 2017-2019 y que aboga por una atención primordial a Asia y África, las regiones donde más crece la demanda de aprendizaje del español. Deberá abrir sede en El Aaiún y reabrir la de Nador, ambas en Marruecos, y consolidar el papel del instituto en Brasil y Estados Unidos. Con mucha mano izquierda deberá aplacar las históricas tensiones entre Exteriores y Cultura, que comparten el control de la institución.

Un instituto al que con sólo 25 años de historia le queda mucho por hacer frente a instituciones con mucha más solera y presupuesto, como la Alliance Française, el Goethe Institute o el British Council, con sus 814 millones.

Con una plantilla de 1.000 trabajadores, 89 centros abiertos y 192 centros acreditados en 44 países de los cinco continentes, el Cervantes ha dejado atrás lo peor de la crisis y ha logrado que su autofinanciación alcance el 46 %. En el curso 2015/16 registró 142.794 matrículas, más de 113.000 de alumnos presenciales que estudiaron español en cursos generales (81.000) y especializados (32.000). Fueron casi 90.000 los aspirantes a la obtención del Diploma de Español (DELE), lo que supone un aumento del 32 % respecto al año anterior. Con todo, el DELE A2 fue el más solicitado, ya que es la prueba de capacitación que se requiere para la concesión de la nacionalidad española, con un incremento del 255 %.

De La Concha (Villaviciosa, Asturias, 1934), antiguo director de la Real Academia Española, llevaba cinco años al frente de la institución. «Mi compromiso llegaba hasta diciembre de 2015. Tengo ya nietos catedráticos y he pasado ya por todos los puestos del escalafón, de catedrático de instituto a profesor de universidad. Estuve seis años al frente de la secretaría de la Real Academia Española y doce como director de esa casa. Llevo cinco años en el Cervantes y es conocido que mi compromiso se agotaba a finales del año pasado. Con casi 83 años me toca salir de aquí», dijo antes de la reunión del último patronato.

A la prueba de conocimientos constitucionales y socioculturales de España (CCSE), concebida y elaborada por el Cervantes y que deben superar quienes desean obtener la nacionalidad o los sefardíes, se presentaron 62.114 candidatos de más de 140 nacionalidades, de los que aprobaron el 97 %.

Más de un millón de personas accedieron durante el curso a los 5.350 actos culturales celebrados en las diferentes sedes de Instituto, organizados por 2.605 entidades. El 67 % de las actividades se organizaron en colaboración con los países hispanoamericanos, un dato que confirma la «iberoamericanización» del Cervantes, según sus responsables.