Bailarinas y zares se suben al escenario

La programación semanal del Palacio de Festivales arranca el jueves con '#Malditos16' un montaje teatral que sube el suicidio al escenario. Cuatro jóvenes -Ali, Dylan, Naima y Rober- que se conocen en el peor momento de su vida: justo después de querer quitársela. Cuando intentaron suicidarse, todos ellos rondaban los 16 y fueron internados en un hospital que ahora les pide ayuda para colaborar en un taller con otros adolescentes en su misma situación. El regreso a la adolescencia, las ganas de ayudar y el miedo a abrir heridas que no saben si están completamente cerradas son algunas de las piezas de un puzle de historias cotidianas. La premisa de '#Malditos16' es una invitación a toda la sociedad, pero sobre todo a los más jóvenes, a hablar abiertamente sobre el suicidio juvenil, la segunda causa de muerte no natural entre los españoles de 15 a 19 años, solo por detrás de los accidentes de tráfico.

En los primeros compases de la obra, la actriz que hace de psiquiatra pone al público en antecedentes: «A lo mejor no hablar de ello (del suicidio) no está ayudando demasiado». El argumento se desarrolla en un encuentro de cuatro veinteañeros llamados a ejercer de agentes de prevención del suicidio con adolescentes por su experiencia pasada. En un juego de 'flashback' los actores reviven sus infiernos personales. El autor, el dramaturgo Fernando J. López, explica que '#Malditos16' surge de una doble intención, «la de llevar a los adolescentes al teatro para rejuvenecer el público y la de interpretar historias reales». En su caso, el dramaturgo ha subido a escena la realidad que conoció en un taller literario con los adolescentes en el ala de psiquiatría de un hospital madrileño.

El Centro Dramático Nacional recogió su proyecto dentro del programa experimental 'Escritos en la Escena', que levanta textos dramáticos en unas pocas semanas a través de un trabajo de improvisación con los actores. En este caso, además de las dinámicas creativas, los protagonistas -los actores Pablo Béjar, Andrea Dueso, Manuel Moya, Paula Muñoz, Davis Tortosa y Rocío Vidal- han recibido formación y asesoría en identidad sexual, violencia, juventud y psiquiatría.

El texto de Fernando J. López y la puesta en escena de Quino Falero persiguen colocar al espectador ante un espejo donde podrá verse reflejado tanto en las heridas del ayer como en las cicatrices del hoy. Los diversos conflictos se abordan desde una óptica que evita tanto la autocensura como el morbo: se busca un lenguaje directo y adulto, no edulcorado ni tampoco truculento, poniendo de relieve la dificultad de cualquier adolescente para hallar su propia identidad y, a la vez, subrayar aquellos rasgos de esa edad -energía o rebeldía- que la convierten en un momento esencial en nuestra vida.

La música de Prokofiev en 'Iván el Terrible' llega el sábado al Palacio de Festivales con un narrador de lujo, José Coronado. En el escenario estará la Orquesta Filarmónica de Novosibirsk dirigida por su titular, el español César Álvarez, el Coro Nacional de España, la mezzosoprano Polina Shamaeva y el barítono Alexey Zelenkov.

Prokofiev cuenta la historia del zar Iván IV, su coronación, la expansión territorial hacia Kazán, la lucha contra los nobles corruptos y sus grandes reformas de la administración imperial hasta su falsa abdicación en 1650. En la segunda parte, habla de su regreso al poder, la conjura de los boyardos y la sangrienta represión de los mismos hasta la muerte del zar en 1584. Se trata de una obra grandiosa y épica, que llega por primera vez al Palacio de Festivales. Y es que 'Iván el Terrible' reúne sobre un mismo escenario a cerca de 200 músicos e intérpretes de primer nivel.

El homenaje de la actriz Beatriz Argüello a la mítica Isadora Duncan cierra el sábado la programación semanal del Palacio de Festivales. 'Estaciones de Isadora', un texto de Hugo Pérez de la Pica, es un viaje poético a través del amor y la muerte, inspirado en la precursora de la danza moderna. Un canto al dolor, a la determinación y a la búsqueda permanente de la belleza.

Beatriz Argüello encarna a Isadora en un monólogo teatral en el que se fusionan principalmente dos expresiones artísticas: el teatro y la danza. La palabra y el movimiento, no como artes independientes.

En palabras de la intérprete, «nos hemos servido del arte y la vida de Duncan para realizar una pieza teatral que fusiona tres expresiones artísticas: la palabra, la danza y la música. Pero Isadora fue ya una innovadora y arriesgada en su tiempo y abrió las puertas al desarrollo de la danza moderna y contemporánea». Isadora Duncan fue una bailarina de comienzos del siglo XX, de la que apenas se conservan documentos.