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En la vida de Adolfo Roitman (Buenos Aires, 1957) hubo un punto de inflexión cuando apenas era un adolescente y cursaba estudios de educación judía en su país, Argentina. Cada año se celebraba allí un concurso internacional relacionado con la Biblia hebrea cuyo premio era ... un viaje a Israel. «Y yo me pasé un verano preparándome para este certamen que finalmente no gané pero que despertó en mí un interés y una pasión por este tema que no me ha abandonado». Arqueólogo y experto en religiones comparadas es, desde 1994, el curador de la colección de manuscritos del Mar Muerto y director del Santuario del Libro del Museo de Israel desde donde ha impulsado la plataforma que muestra los manuscritos online para todo el mundo. «Quién me iba a decir a mí cuando estudiaba para ese certamen que acabaría siendo el guardián de esa colección», afirma. Estos días está en Santander con motivo de la exposición 'Biblia Sacra' que puede visitarse en el Archivo Catedralicio y hoy, jueves, a las 19.30 horas, ofrecerá una conferencia en la Fundación Caja Cantabria en el Casyc relacionada con la Biblia hebrea como artefacto cultural. Una charla, abierta para todos los públicos, que en realidad será un recorrido por la historia de la Biblia como objeto, más allá de su contenido teológico o religioso.
«Cuando el profesor Julio Trebolle Barrera -comisario de la muestra- me invitó a participar en este ciclo tuve que decidir cual sería el contenido más apropiado para mi intervención. Él me pidió si podía hacer referencia a los manuscritos del Mar Muerto, que obviamente forman parte de la historia de la Biblia, y considerando que el centro de esta exposición son libros impresos del siglo XVI al XVIII, como parte de la colección privada de Menéndez Pelayo, traté de ponerme en el lugar del público preguntándome que cosas le vendría bien saber antes de visitarla», señala. Así que, como el espíritu de la muestra «es el de mostrar ediciones raras y en algunos casos excepcionales de la Biblia, cuando ya existía la tecnología de la imprenta, he decidido hacer un recorrido de cómo se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo y que tecnologías se han utilizado para transmitir la Palabra».
Así, durante la conferencia habrá referencias a lo que se conoce como la 'Bendición sacerdotal' «dos pequeños 'rollitos' que se encontraron allá por los años 90 en una excavación controlada en Jerusalén y que hoy forman parte de la exposición del Museo de Israel con el texto más antiguo del que nosotros tenemos constancia y que posiblemente fue escrito con una función diferente a las de las biblias posteriores, se podría decir que mágica. Y hablamos del siglo V al VII antes de nuestra era», para después abordar otro de los descubrimiento más importante del siglo XX «y no solo en Israel» que es el de los rollos del Mar Muerto, «entre los que se hallaron las piezas físicas de la Biblia hebrea más antigua del mundo».
«Supuso un punto de inflexión porque llevó las sagradas escrituras a las casas de una manera barata y permitió un acceso masivo a ellas»
«Es la última transformación tecnológica, la Biblia más pequeña que jamás se ha mostrado »
Hablará de testimonios medievales , de los códigos y de los códices e incidirá en la forma en la que ha cambiado el texto bíblico tanto físicamente como en su formología. «Los antiguos textos bíblicos son no vocalizados, mientras que los medievales empiezan a serlo y a tener notas masoréticas». Pero la revolución llega con el invento de la imprenta «que supone un punto de inflexión en la historia de la Biblia hebrea porque se transforma en un objeto accesible para la gente, barato, que se produce en masa y que conlleva una autentica explosión de los textos bíblicos porque por fin cualquier persona podía tener acceso a ellos», asegura.
Una de las ediciones que popularizó la proliferación de las Sagradas Escrituras en las casas españolas es la conocida como Biblia del Oso, una edición muy positiva «porque por fin pasó de estar en forma de códice y en manos de algunos privilegiados a ser casi presencia obligada en las casas de todo el mundo», pero ahora se ha dado un paso más allá, del que Adolfo Roitman hablará en su conferencia, que es la nano biblia «un invento israelí que fue producido por el Instituto de Nanotecnología de Israel y que es la biblia más pequeña del mundo».
Para el director de las Colecciones del Mar Muerto la Biblia hebrea es el texto fundamental de la historia de la humanidad y su transformación se ha ido sucediendo en función de las distintas civilizaciones , «también como una visión del mundo». Un texto que «en la historia del pueblo judío, a diferencia del de los cristianos, tardó mucho más la adopción de la nueva tecnología que en esa época era el códice, y que comienza su carrera con los romanos, que para estas cosas eran lo que hoy en día son los americanos, y fueron perfeccionado las nuevas tecnologías buscando siempre lo más práctico y lo más económico. Los cristianos adoptaron esta tecnología y por eso la mayoría de los textos bíblicos son códices, mientras que los judíos, que siempre han transmitido sus conocimientos de manera oral, incluso en la Edad Media, los textos bíblicos formaban parte del canon y siguieron transmitiéndose, hasta hoy en día, en rollos y no en códices. Por eso en las sinagogas la lectura de la Torá se lee de un rollo», explica. «La tecnología es una elaboración del servicio a Dios y muestran como las sociedades interpretan y valoran los cambios tecnológicos».
Para Roitman, la Biblia hebrea es el libro más leído y más traducido en la tierra con una fascinación va más allá de lo religioso. «No hay ninguna duda de que es el libro fundamental de la historia occidental y su influencia, que deriva en el Nuevo Testamento y el Corán, ha llegado a la mitad del globo terráqueo, si tenemos en cuenta la expansión de esas religiones».
Además, los limites de la Biblia hebrea van más allá de los intereses de un grupo particular, el pueblo de Israel. «Desde el punto de vista de la obra misma no tiene parangón pues no hay nada parecido en el mundo antiguo que se parezca a la biblia hebrea. Por eso siempre les digo a mis alumnos que más que un libro podríamos referirnos a ella como una enciclopedia, la enciclopedia británica del pueblo judío». ¿Cómo podría definirla? «Como una biblioteca del conocimiento del pueblo judío que tiene una riqueza incomparable pues es una colección de libros que expresa contiene ejemplos de todos los géneros literarios, desde la prosa a la poesía e incluso a los documentos legales. Tiene una riqueza incomparable y su trascendencia va más allá de la dimensión religiosa pues es la expresión máxima de toda una civilización», concluye.
La Sala de Exposiciones del Archivo Catedralicio muestra, hasta el próximo día 31 de agosto, una historia de la Biblia Sacra mediante algunas de las obras conservadas en la Colección de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, una iniciativa que permite seguir la historia de la Biblia desde el Renacimiento hasta la Ilustración y acercarse incluso a los inicios de su presencia en el Norte de la Península por medio de 20 obras, algunas en varios volúmenes. Está organizada la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santander, la Biblioteca Menéndez Pelayo y cuenta con la colaboración del Obispado.
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