La canción montañesa despide a Aurelio Ruiz Bolado, uno de sus máximos exponentes

Aurelio Ruiz Bolado, máximo exponente de la canción montañesa, falleció ayer en Santander a los 97 años. Con una voz prodigiosa, estaba considerado uno de los mejores tonadistas de la historia de Cantabria, un apasionado de la música que supo mantener las raíces y llevar el nombre de su tierra por los escenarios de todo el mundo. El mundo del folclore cántabro lamenta la perdida del que consideran maestro, un hombre humilde y respetado por todos los intérpretes de este tipo de música.

El tonadista nació en Santander el 30 de septiembre de 1924 y ya a los ocho años de edad destacó como componente del coro del colegio Salesianos. Heredó la voz de su padre y también de él aprendió las tonadas y el estilo de la música regional. Quienes le alababan aseguran que «Aurelio y su padre compartieron una voz única aunque el hijo incorpora a su cante su propia personalidad interpretativa».

Son numerosas las actuaciones que ofreció tanto en Cantabria como fuera de la comunidad actuando en México y Cuba entre otros países. Su última actuación fue en la gala del folclore 2017, en la que fue siempre protagonista indiscutible. Durante su larga trayectoria obtuvo numerosos premios, pero tal vez, el que más ilusión le hizo fue el que le concedió el Ayuntamiento de Santander que instaló una placa con su nombre frente al portal de su casa en a calle que lleva el nombre de su padre, Aurelio Ruiz que le inició en la canción montañesa. Fue su último gran acto público.

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