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Desde los noventa hasta 2018 puede trazarse un mapa cántabro de creaciones, una cartografía del arte en libertad de Agustín Ibarrola, un itinerario de huellas con sus obras y exposiciones. Del Ecoparque de Trasmiera a Santander, de Santillana del Mar a Reinosa, el artista vasco, ... figura clave de la vanguardia, comprometido, humanista, firme defensor de la paz, protagonizó numerosas muestras, actos y cita culturales y académicas en Cantabria, especialmente en las dos últimas décadas. El autor de El bosque de Oma, por ejemplo, celebró una muestra de su particular 'Bosque de tótems' en las estaciones de la capital cántabra, con sus características traviesas, aunque lo importante es que su legado cuenta con varias manifestaciones permanentes que hoy en día se encuentran en ubicaciones de la comunidad.
Sus 'Nubes de papel', por ejemplo, configuradas por periódicos de El Diario, sobrevuelan el Paraninfo de la Universidad de Cantabria desde hace cerca de un cuarto de siglo. Y su 'arte en libertad', exhibida en el Palacio de la Caja en Santillana del Mar, conformó una de las grandes exposiciones antológicas vistas en Cantabria al inicio de este siglo. Su última presencia en la comunidad estuvo asociada en 2014, a una serie de doce de sus esculturas ubicadas en un parque de Reinosa.
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«El arte tiene una dimensión de vivencia de la vida que circunda al artista. Yo vivo la creatividad así, a partir de mi tiempo, mis gentes, el mundo que habito. Considero que dar respuesta a lo que nos rodea es lo que han hecho siempre los grandes artistas; por eso el arte cambia». Las palabras de Ibarrola fueron pronunciadas en 2005 por el artista vasco en Santander con motivo de la inauguración de su Monumento a las Víctimas del Terrorismo que se ubica en La Magdalena. Una obra, alegórica y simbólica, que se construyó en la firma Calderería Ibérica de Torrelavega. 'Los mártires de la democracia' está concebida para que el público la traspase y se sienta dentro de la estructura para, de este modo, recibir «un bautizo democrático». Ibarrola quiso que el monumento «proteja el espíritu democrático de la gente que pase por ahí», que atraviese sus puertas con forma humana, porque está convencido de que acudirán a él «a tomar su bautismo íntimo». Agustín Ibarrola encendió su particular fragua en Torrelavega. El escultor vasco se puso el buzo para trasladar a las tres dimensiones del espacio, encarnado en acero, su homenaje a las víctimas del terrorismo. Una serie de planchas de diferente dimensión que progresan en zigzag y en altura.
El creador de la instalación colorista de 'Los cubos de la memoria' del puerto de Llanes, prolongó su vínculo con Cantabria con una muestra que exhibió, esta vez sin la presencia del artista, en el verano de 2018 en el Ecoparque de Trasmiera en su Observatorio del Arte. Una mirada selectiva, que destaca, en su repaso por las últimas décadas, por «su provocadora interacción entre arte y naturaleza».
Una de las características fundamentales de su trabajo era su vinculación con el entorno en el que desarrolla la creación. «No sólo el entorno físico, también el emocional. Desde sus comienzos, el tránsito entre la descripción y la anotación, entre la expresión y la formulación, entre la abstracción analítica y la figuración expresionista ha sido constante y permanente. No son tendencias contrapuestas, son la voluntad expresa de una manera de entender el arte y la vida», tal como subrayaba entonces su hijo y heredero artístico, José Ibarrola.
Agustín Ibarrola, quizá el escultor vasco más importante tatras Chillida y Oteiza, edificó a través de sus vivencias sociales y políticas o su compromiso con las vanguardias históricas, desde su pertenencia al Equipo 57 o a Estampa Popular, una identidad compleja y plural que huye de cualquier clasificación o estratificación. «Su marcado carácter heterogéneo es precisamente el que le permite abordar proyectos que trascienden las rígidas fronteras de los estilos y las tendencias». .
El compromiso con el arte, la naturaleza y el ser humano atraviesan sus monumentales obras escultóricas en acero corten, traviesas de ferrocarril, madera o cartón, y las numerosas esculturas donadas en homenaje a las víctimas del terrorismo de ETA «constituyen un amplio y variado catálogo de intervenciones y obras en el espacio público que, junto a su labor gráfica y pictórica, conforman su universo artístico».
Santillana, del Paraninfo de la UC a La Magdalena, la huella de Ibarrola en Cantabria tuvo su referencia más llamativa en 'El arte en libertad', exhibida en las cuatro plantas y en el jardín del Palacio Caja Cantabria de Santillana. Además, sus «traviesas» de ferrocarril, pintadas, estuvieron cerca de quedarse en la colección de la Obra Social tras su exhibición en la villa.
En su cita de Santillana incluyó tanto óleos sobre lienzo, como acuarelas sobre papel de periódico, acrílicos sobre el 'bosque y los palos' de Oma, junto a piezas inéditas. 'El arte en libertad», en el Palacio de la Caja fue visitada por alrededor de diez mil personas. Y el Bosque de Traviesas, que formó parte de la exposición, permaneció abierto al público en el jardín de las citadas instalaciones durante meses. Era otoño del 2000 y la Obra Social de Cantabria acogió en su espacio de Santillana del Mar esta singular exposición.
Este viernes el director de la Fundación Caja Cantabria, Juan Muñiz, evocaba la muestra y el contacto con el artista: «Agustín Ibarrola dejó un recuerdo imborrable en quienes tuvimos el honor de compartir con él jornadas en Santillana del Mar. Igual ocurrió con su compañera de vida, Mariluz, una cántabra comprometida y valiente. El alma de Agustín. Dos personas excepcionales. Todavía hoy al observar el jardín que rodea la sede de la Fundación Caja Cantabria sentimos que la potencia de la obra de Ibarrola aún sigue impregnando el espacio».
Por su parte la UC, con su rector Ángel Pazos a la cabeza, lamentó el fallecimiento del escultor y recordó su obra 'Nubes de Papel', que forma parte de la Colección Museográfica de la institución y que se encuentra suspendida de la cúpula del patio del Paraninfo. La obra fue donada por Banco Santander a la UC durante el mandato del rector Jaime Vinuesa. Ibarrola asistió al acto de inauguración de su obra, que también contó con la presencia del presidente del Santander Emilio Botín. Una cita enmarcada en la ceremonia de apertura del curso 2000-2001 cuya conferencia inaugural impartió el escritor y diplomático mexicano Carlos Fuentes, con quien coincidió en aquella fecha. Su conjunto de «nubes de papel de periódico» (realizadas con hojas de ejemplares de El Diario), se sumó a su habitual querencia y tradicional estilo tendente al encuentro entre hombre y naturaleza.
La muestra de Arnuero en 2018, cómplice reencuentro con Ibarrola, quedó certificada en un pensamiento: «Crear es adquirir un compromiso y quien diga que no, es que su compromiso está con lo establecido y ese nunca va a crear nada en serio. No hace falta ir muy lejos. Aquí tenemos, desde hace más de un siglo, el mejor ejemplo de compromiso que es Goya, y todos los grandes artistas españoles han adquirido compromiso con su tiempo, con la sociedad, con su lugar en el mundo donde han experimentado las mayores vivencias». Cofundador del Foro de Ermua, desde hace una década se ubican doce de sus grandes siluetas de acero en Reinosa a modo de homenaje a los trabajadores de la siderurgia.
En lo académico, Ibarrola dejó su testimonio tanto en los Cursos de Verano de la UC como en la UIMP. 'La conciencia artística del paisaje' y sus reflexiones sobre el Bosque de Oma vertebraron sus intervenciones en ciclos y foros.
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