'Arquitectura emocional, 1959', del cántabro León Siminiani, Goya al mejor corto de ficción

La cinta ha superado a 'Chaval', de Jaime Olías y producida por Edduardo Viera, David Casas Riesco, Jiajie Yu Yan y Néstor Ruiz Medina; 'Cuerdas', de Estibaliz Urresola Solaguren, y producida por Ana Angulo Umaran, Estibaliz Urresola Solaguren, Garazi Elorza, Itxaso Frau Terradillos y Lara Izagirre Garizurieta; 'La entrega', de Pedro Díaz y producida por Carlos Guerrero, César Benítez, David Casas Riesco, Felipe Salas, Fran Carballal, Manuel Manrique, Pablo de la Chica, Pablo Zorrilla y Pedro Díaz; y 'Sorda', de Eva Libertad y Nuria Muñoz Ortín y producida por Nuria Muñoz Ortín.

El corto de Siminiani es una propuesta original, dotada de un especial sentido del humor, con toques de realismo mágico y, sobre todo, de una enorme plasticidad que hacen del cortometraje un disfrute para los sentidos. El filme se rodó en tres años (pandemia por medio) porque «deseaban captar el paso de las estaciones sobre los edificios y el cambio de la percepción que tenemos sobre ellos. La arquitectura como metáfora de lo que somos». Espiga de Oro en Valladolid, Siminiani afronta su cuarta nominación. Una historia de amor entre estudiantes que se conocen durante en la Nueva Ciudad Universitaria gracias a la particular localización de un solitario banco delante de la facultad.

'Cinco lobitos', porducida por la cántabra Marisa Fernández Armentero, opera prima de Alauda Ruiz de Azúa, obtuvo el 'cabezón' a la mejor dirección novel.