Woke que te quiero woke

Magníficamente interpretada en lo coral y, en especial, por su sherpa, un excelente Jeffrey Wright, 'American Fiction' es una eficaz, ingeniosa y perspicaz fábula satírica que en su tramo final desciende a la parodia, incluso a la autoparodia y provoca un cierto desmayo de su identidad al colisionar con la singularidad de su ácida mirada.

El mundo literario, editorial y cinematográfico, el de las adaptaciones de Hollywood, por ende, atraviesa la esencia de esta disección tan incisiva como empática. A modo de comedia con fondo amargo o si lo prefieren, de drama con comicidad agria y mordaz, la figura del escritor ofuscado e insatisfecho (deberían serlo todos) critica sin límites el conformismo de libros superventas que se miran el ombligo, que son condescendientes. Pero estamos en el epicentro del woke y quedan a la intemperie las clases poderosas blancas que disfrutan del entretenimiento negro y de lo negro, que explotan los tópicos de lo ofensivo y lavan el sentimiento de culpa racial. La ficción convierte lo individual en colectivo, la denuncia de los estereotipos que busca la compasión y la conmoción y la limpieza de conciencia. Los choques y paradojas que laten en el filme refieren los problemas de las obras complejas, aisladas, porque solo hay demanda de lo mediocre, y retrata al autor al que solo queda hacer concesiones para tener un sitio en el mercado. De las cuotas a las políticas inclusivas, el equilibrio mece la mayoría de las situaciones que construyen esta sátira macerada por el drama familiar moderado en lo emocional.

Esa sociedad estadounidense woke, tan obsesiva en la corrección, en aparentar, en mostrarse inclusiva como en ser superficial. Aunque al final la película parece devorada por su propio ánimo de diatriba, es digno de elogio su gracia y su despiadada mirada y voz.