«Nuestra conciencia divaga siempre entre la certeza de lo real y la duda de lo irracional»

Aunque no es su primera novela -es autora de otras tres, la última de ellas 'Ajedrez' un relato de ámbito histórico sobre Napoleón y Josefina que fue editado en 2021 por Caligrama- sí es la primera vez que se lanza a contar una historia larga de género fantástico, tras la publicación del algún relato corto con esta temática. «Es un tipo de literatura que me interesa profundamente y por eso ya había incursionado en ella con pequeños relatos. Siempre he defendido que la realidad no es tal y como la percibimos. Creo que hay algo que se nos escapa y que cada uno de nosotros vivimos una versión tan encapsulada y personal de nuestra propia conciencia que eso ya en sí mismo es sobrenatural. Porque estamos rodeados de fantasmas y de voces y que a veces no sabemos si provienen de fuera o de dentro de nosotros mismos. Nuestra conciencia divaga siempre entre la certeza de lo real y la duda de lo irracional» explica. Ese juego es el que ha querido proponer en 'Asunción', una historia de vampiros que conviven en un escenario poco frecuentado por este tipo de historias, el Caribe, en el que construye un espacio narrativo singular que los jurados definieron como «gótico tropical».

«La obra está muy libremente inspirada en José Asunción Silva y desde luego muy ligeramente en su biografía. Mi generación ha crecido con el sonido de sus versos en los que hablaba de noches llenas de murmullos y de música de alas. Este poeta decidió que su vida y su arte fuesen una única cosa y creo un personaje, muy presente en el imaginario colectivo de varias generaciones en mi país, que sale de las páginas de su obra poética y se convierte en alguien que, en mi caso, fue una compañía entrañable, al mismo tiempo que me causaba pavor y miedo. De alguna forma su figura me ha perseguido y decidí tomarlo como un personaje literario», señala. Y es por ello que se vale del autor de 'El libro de versos' «como ese personaje, que seguramente él siempre quiso ser y en el que todo era extremo, y lo introduzco en la trama de la novela y en ella hablo de vampiros aunque quiero aclarar que, justamente, se queda en lo fantástico porque lo que me interesaba no era definir si lo que estaba sucediendo era algo extremadamente sobrenatural o si era una imaginación del poeta. Porque eso es lo que me parece tan interesante de la literatura fantástica, estar al borde. No saber si aquello que está sucediendo en las páginas del libro es sobrenatural o no. El protagonista duda y yo espero que el lector también lo haga».

En el año 2021, la ganadora de este mismo certamen fue la escritora venezolana Sol Linares y el pasado, el argentino Juan Simerán. ¿Acaso los autores del otro lado del Atlántico tienen más facultades para este género? se le pregunta a Mónica Chamorro. En su opinión, todo se debe en que en Iberoamérica «no se ha cortado del todo ese cordón umbilical con el mundo de lo natural que en cierta medida rompió la modernidad en Europa». No puede evitar referencias a autores del llamado realismo mágico como Juan Rulfo, Isabel Allende, García Márquez o Cortázar. «En mi opinión -dice- con la llegada de la Ilustración, los autores en Europa empezaron a preguntarse si lo real explica todo o si todo es irracional y eso no llegó aquí donde la naturaleza no solo se percibe como algo selvático sino como algo que está dentro de uno mismo».

La entrega del premio, 8.000 euros, además de la publicación de la obra en el sello Menoscuarto Ediciones, tendrá lugar el próximo día 30 dentro de la Gala de las Letras que cada año celebra el Ayuntamiento de Santander.

Si bien esta doctora en Estudios Lingüísticos Literarios y Teatrales por la Universidad de Alcalá de Henares, así como magister en Didáctica de la Lengua y en Ciencias del Lenguaje de la Universidad Ca' Foscari (Venezia) ya ha anunciado que no podrá acudir. Pero sí espera hacerlo en junio durante la celebración de la Feria del Libro de Santander y Cantabria.