'Constelaciones' de Sánchez Escalona recala en el Casyc

El nuevo proyecto es fruto de la colaboración institucional entre la entidad y el Museo de Arte de Santander, y recorre la creación de la escultora madrileña, afincada en Pechón. Perteneciente a una generación de grandes artistas formados en los años 60, manifestó siempre una tendencia por la pintura, aunque, con el tiempo, ha ido trasladando toda su fuerza creativa hacia la escultura, en barro refractario, a la que dota de toda su fuerza expresiva, «eminentemente lírica, no exenta de cierto dramatismo, siempre muy original». Tras ella se halla una honda base clásica procedente de su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde fue Premio Nacional Fin de Carrera en 1967.

La exposición prevista en Santander estará configurada por un conjunto de piezas realizadas en gres con esmaltes a alta cocción que giran alrededor de un mismo tema, el ser humano, formando parte de los sedimentos rocosos del paisaje. La muestra se divide en dos ámbitos: por una parte integrada por 25 piezas escultóricas, en su mayor parte inéditas y 4 dibujos, que se consideran claves para la comprensión de su obra; por otra, once dibujos al natural como elemento reflexivo sobre la plástica del cuerpo humano.

La exposición, que se exhibirá en el espacio Up de mayo a septiembre, cuenta con un texto del exdirector del Museo santanderino y crítico de arte Fernando Zamanillo.

Sánchez Escalona, artista de largo recorrido profesional, sitúa sus inicios en la temporada 1971-72 cuando se presentó al Premio Nacional de Dibujo Pancho Cossío, y expuso por primera vez en Santander un año después. Aquella cita tuvo lugar en la recientemente evocada primera galería Trazos, de Juan Gómez Cagigal y Santiago Malo. Desde entonces no mostró su obra nunca más en Santander, pese a su amplia y reconocida trayectoria, avalada por una crítica tan precisa y solvente como la del propio José Hierro, en la colección de la Dirección General de Bellas Artes, en 1979, o la de Ángel Caffarena, en el libro que le dedicó en 1975. Y ello mientras proseguía estos años con frecuentes exposiciones en la galería Biosca, de Madrid, o en ARCO, en los 90.

Sánchez Escalona, tras muchos años de estancia en Bélgica y Suiza y apartada en gran medida de los circuitos artísticos españoles, volvió al escaparate del arte en Santander hace poco más de una década a través de la ya desaparecida galería Del Sol St. de Zamanillo. Ya en 2013 expuso en la sala Robayera de Miengo. Tras dejar atrás la pintura, el dibujo o el grabado, que siempre frecuentó, la creadora optó en su regreso por esa escultura en gres. «La novedad es el medio elegido, pero la continuidad espiritual sigue permanente», aseguró la artista en su momento. Una seña de identidad que transmiten sus obras radica en «su manifiesta serenidad, su exquisito equilibrio entre forma, color, calidad matérica, imagen y símbolo».