«Contar cuentos crea un vínculo en las familias que no debería perderse»

-Háblenos de su personaje en 'Molly y el gigante'.

-La obra tiene dos personajes, uno lo interpreta Patricia Cercas y el otro yo. El mío es el de una persona que vuelve a la casa en la que vivió y se encuentra con una mujer a la que no había visto en treinta años y entre los dos recuerdan un cuento que mi personaje le contaba cuando ella era una niña. La obra, en realidad, es una historia dentro de otra.

-¿Qué fue lo que resultó más atractivo de su papel?

-Lo que más me ha interesado siempre del teatro es la labor de creación hasta que se representa la obra, aunque después se aprecian otras cosas, claro. En este caso me gusta mucho la relación que se establece entre los dos personajes, tanto cuando hablan como personas adultas como cuando se ponen a recordar y contar ese cuento.

-La obra está dirigida a un publico infantil. ¿Es una complicación a la hora de crear e interpretar un personaje?

-No. En La Machina llevamos muchos años trabajando con obras infantiles, lo más complicado es dar con el nivel adecuado para la edad a la que vaya dirigida. También hemos procurado que en la obra haya una lectura que resulte atractiva para los mayores, de forma que la puedan ver los niños y disfrutar los adultos.

-'Molly y el gigante' se pasó en el festival de artes escénicas de Gijón (Fetén) para los programadores con tan buena acogida que nada más acabar la representación les salieron las primeras contrataciones. ¿Qué destacaron?

-Volvimos con una gran sensación, si bien este año y a causa del covid sólo asistían programadores a las representaciones. Nosotros hicimos dos sesiones y estamos muy contentos porque salieron bastante bien y, efectivamente, gustaron.

-Ya ha trabajado en anteriores ocasiones con Patricia Cercas, ¿qué destaca de ella?

-Llevo años trabajando con ella y nos entendemos perfectamente en el escenario. Es una gran actriz y una gran compañera y yo estoy encantado de trabajar a su lado.

-Lleva 16 años trabajando con La Machina, ¿cómo resumiría este tiempo?

-Lo que yo destacaría de La Machina es la profesionalidad en todos los sentidos. Siempre hace montajes muy elaborados y en condiciones óptimas, tanto en la interpretación, como en la dirección de Paco Valcárcel o en la parte técnica que lleva Víctor Lorenzo. En el caso de 'Molly y el gigante' se ha optado por un formato pequeño porque tal y como están las condiciones sanitarias nos interesa un espectáculo que lo mismo se pueda representar en un gran escenario que en un aula o una biblioteca.

-En esta obra los actores utilizan distintos objetos para reforzar la historia. ¿Cómo la han preparado?

-Pues de una forma muy parecida al resto. Nosotros en realidad no somos manipuladores expertos porque los personajes son dos personas que van a contar un cuento y de hecho no hemos pretendido manipular los muñecos o el resto de objetos de una manera perfecta porque no es el caso. Contamos el cuento como nos lo podrían contar nuestros padres o abuelos cuando éramos niños que eran capaces de inventarse una historia con el primer objeto que veían a mano.

-La mayoría de los cuentos tienen una moraleja. ¿Cuál es la de 'Molly y el gigante'?

-Más que moraleja esta obra deja al público un sabor de ternura mezclada con un humor y sobre todo es un canto a la costumbre de contar cuentos. A que estaría bien que la gente siguiese contando cuentos a los niños, lo mismo a sus hijos que en el teatro. Es un homenaje a la tradición oral que no debe perderse, sobre todo a nivel familiar. Es muy bonito contar historias incluso inventárselas porque crean un vínculo en la familia.

- ¿Le sigue apasionando tanto el teatro como en primer día?

-El teatro es parte de mi vida. Actuar es lo que mejor se hacer, aunque a veces me salga peor. Yo siempre recomiendo hacer teatro, aunque no sea de forma profesional, casi casi como algo terapéutico. En el escenario ocurren cosas mágicas que a los actores nos permiten convertirnos en otros, desde una mala persona a una buena o incluso enamorarte. Puedes permitirte cosas que no pasan en la vida real porque es un espacio donde experimentas distintas emociones y puedes sacar de ti distintas actitudes que a lo mejor no te atreves en la vida normal.

-¿Está trabajando en otros proyectos?

-El año pasado tenía muchos compromisos que no se pudieron llevar a cabo por el covid y que ahora se están recuperando. Poco a poco van saliendo cosas.