Los Encuentros de Arte y Arquitectura del Centro Botín engarzan ambas expresiones

Si la muestra dialoga directamente con la arquitectura que la alberga, e «indaga en la influencia de la arquitectura en el arte, y ofrece reflexiones sobre cómo conforma nuestras propias vidas y articula la interacción social», en los Encuentros se revelarán «algunas referencias arquitectónicas que, evidentes o veladas, reposan en la creación artística expuesta».

La Fundación ha previsto sesiones de noventa minutos cada una que se celebrarán en el Auditorio y son gratuitas, previa retirada de entrada en los canales habituales. Las jornadas están encabezadas por la ponencia del próximo martes, día 2 de marzo, 'Alison y Peter Smithson, ¿Brutalismo social o caminando por el cielo?' impartida por el arquitecto Antonio Bezanilla Cacicedo. El próximo día 4 la sesión estará centrada en 'Richard Neutra: las viviendas californianas', imágenes prototípicas del cine de los años 50, por la arquitecta Ana de la Fuente. Finalmente, dada la presencia ya dominante en la arquitectura de la ciudad de la obra de Renzo Piano, la última de las intervenciones, a cargo del arquitecto Clemente Lomba Gutiérrez, exdecano del Colegio, abordará una reflexión sobre 'El Centre Pompidou: Piano-Rogers-Franchini'.

'Arte y arquitectura: un diálogo', la exposición que permanecerá abierta al público hasta mediados de marzo, entabla una conversación con el edificio de Renzo Piano, convertido desde su apertura en icono y punto de referencia de Santander, y aborda «la relación que los artistas mantienen con el espacio en el que presentan sus obras, cómo se apropian del espacio expositivo y arquitectónico, indagando en la influencia de la arquitectura en el arte y ofreciendo reflexiones sobre cómo la arquitectura conforma nuestras propias vidas y articula la interacción social».

Comisariada por Benjamin Weil, exdirector artístico del Centro Botín, la integran obras de Leonor Antunes, Miroslaw Balka, Carlos Bunga, Martin Creed, Patricia Dauder, Fernanda Fragateiro, Carlos Garaicoa, Carsten Höller, Julie Mehretu, Jorge Méndez-Blake, Muntadas, el santanderino Juan Navarro Baldeweg, Sara Ramo, Anri Sala y Julião Sarmento.

Weil sostenía que «si el propósito inicial de los edificios era dar techo a los seres humanos y animales domesticados, hoy funcionan también como ágoras en los que se desarrollan un amplio espectro de funciones sociales, que van de lo comercial y lo administrativo a las actividades profesionales o los espacios culturales, como es el caso de los museos». La exposición, que se ubica en la segunda planta y se divide en dos espacios separados por una pared abierta, diáfana, que crea el ritmo expositivo, reúne obras en dos dimensiones y piezas en tres, «reflejando así la idea de la arquitectura como objeto y como sujeto, aunque la frontera en muchas de las piezas expuestas es difícil de delimitar».

Algunas obras «remiten a la gran tradición de la pintura al fresco y la escultura monumental, que forma parte integrante de la historia».

El santanderino Juan Navarro Baldeweg, el único que se ha dedicado a la arquitectura como profesión en paralelo a la pintura, ha llevado a cabo una investigación formal en el ámbito de las artes plásticas. Y Julie Mehretu, por ejemplo, reflexiona sobre «la importancia de la arquitectura como marco de estructuras e interacciones sociales».