«En España culturalmente lo tenemos todo, sólo falta que nos pongamos de acuerdo»

-¿Cómo es su Carmen?

- Muy vanguardista, atemporal y que representa la liberación de la mujer y del ser humano. Es una versión completamente actualizada de la obra en la que la muerte está siempre presente.

-¿Cómo son los personajes?

-Pues al principio de la obra aparece una abogada que es la que hace el rol de la antigua Micaela que está enamorada de don José por lo que trata de salvarlo mientras él va recordando toda su vida pasada. Carmen es una mujer muy abierta, una top model muy libre de pensamiento que necesita conocer otros hombres y para ello hace simplemente lo que le da la gana. Tiene dos grandes amigas que en realidad son dos chicos, dos travestis. Durante la obra también te ríes. Creo que dentro de una tragedia como es esta historia puede haber también sentido del humor y la gente lo agradece pues esta Carmen está siempre al limite y provocando su muerte.

-¿Y cómo surgió esta obra?

-Tengo una amiga bailarina y maestra de baile que siempre me decía que antes de retirarme tenía que hacer una 'Carmen' y un buen día estando muy relajado en la playa de la isla La Graciosa (Canarias) se me ocurrió darle este enfoque. Fue un momento muy especial con una luna llena reflejada en el mar y con un entorno maravilloso y me puse la música y empecé a soñar.

-Hay un montón de versiones de 'Carmen' ¿Por qué atrae tanto a coreógrafos esta obra?

-Yo te puede decir lo que atrajo a mí. Creo que Carmen es una mujer fascinante que he querido representar renovada y diferente y a la que veo como una representación de la liberación del ser humano. Tengo que reconocer que me he ayudado de mucha gente.. Además de la partitura de Bizet también hay música de Pedro Navarrete que ha hecho unos arreglos maravillosos. Mi 'Carmen' tiene una parte filmada en la escalinata del Palacio de Longoria, sede de la SGAE, y que ha hecho Eduardo Lao. La escenografía es de Paco Azorín y los trajes, maravillosos, de Anna Güell.

-¿Ha encontrado a muchas 'Carmenes' así en la actualidad?

-Afortunadamente la mujer ya no es lo que era en el siglo pasado y ya no se le culpabiliza por tener distintas relaciones. Por eso creo que en cierta forma son el ejemplo de la liberación del ser humano.

-Ha bailado aquí en múltiples ocasiones y también ha visitado Santander como coreógrafo. ¿Cómo es el público cántabro?

-A mí me encanta. Yo bailé en la Plaza Porticada estando con Antonio, el bailarín, luego con mi compañía he estado en el Palacio de Festivales, también en la UIMP he impartido varios talleres de danza... En fin, me siento querido.

- ¿En el resto del país también se siente querido?

-Mucho. La gente agradece mi trabajo y mis años de lucha por crear escuela, bailarines, hacer ballets, tener una compañía privada durante treinta años, que se dice pronto.

-¿Y eso como se consigue?

-Con trabajo y, sobre todo, dando mucha calidad. El público entiende lo que se le ofrece y tiene coco. Se ha dicho muchas veces que Ullate tiene los mejores bailarines y es cierto que apostamos por la calidad y en cierta medida eso hace que la compañía sea conocida a nivel internacional.

-¿Cómo es el arte en España?

-Somos un país muy actualizado y muy admirado por nuestra cultura y hasta por nuestros paisajes. Yo creo que en España lo tenemos todo, lo que nos falta es ponernos todos de acuerdo y hacer posible que gente importante de la cultura pueda sentirse a gusto y no se tenga que ir fuera como está pasando siempre. Además, es curioso, parece que valoramos más a los que se van.

-¿Cómo va su Fundación?.

-Va. Pero tengo la esperanza de que podamos hacer una casa de la danza en la que niños desfavorecidos tengan la oportunidad de vivir y formarse, tanto en danza como en bachillerato. Es mi sueño y por eso si hay algún empresario en Santander o algún amante del arte que quiera ayudarnos, yo no tendría palabras para agradecer ese gesto. Será algo muy importante para esos niños y creo que también para España.

-¿Hay mucha diferencia del Ullate bailarín al coreógrafo?

-Yo como bailarín he pasado las mayores alegrías y las mayores penas de mi vida. Cuando bailas te evades, parece que estás en otra dimensión y el público te hace vibrar. Pasas nervios buenos. Como maestro he tenido muchas gratificaciones y he visto triunfar a alumnos como Tamara Rojo, Lucía Lacarra, Joaquín de Luz, Ángel Corella o Eduardo Lao. Yo nunca pensé que se me iba a dar bien la coreografía y lo que he hecho ha sido intentar quitarme prejuicios y ser libre. La coreografía es una liberación del ser humano, pero ahora mismo mi sueño es sacar adelante el de todos esos niños de esa escuela.