«La fotografía debe ser más social que nunca»

El Centro de Documentación de la Imagen, del Ayuntamiento de Santander, organiza la exposición 'Antonio Manzano. Fotografías (1968-1983)' que se abre hoy en la Sala Ángel de la Hoz (CDIS). Una cita enmarcada en la línea de recuperación de los primeros trabajos de fotógrafos veteranos. Una exposición que abarca la primera etapa de su obra y cuya mirada social se centra en lo que ocurre a su alrededor por la necesidad de atraparlo antes de que desaparezca.

La entidad que coordina Manuela Alonso que apuesta por «recuperar los primeros trabajos de fotógrafos veteranos de Cantabria», exhibe una selección de treinta imágenes en la que conviven las copias de los años sesenta, setenta y ochenta con positivados actuales en los casos en los que sólo se conserva el negativo. La muestra se ubica cronológicamente en los primeros tiempos de su vínculo con la fotografía, de los 19 a los 34 años, a su paso por Santander, Madrid y Zaragoza. «Es un intento de despertar solidaridad , fraternidad , sentimientos y emociones a través de una época muy dura para mí y para tantos que vivían a mi alrededor. Las imágenes, por tanto, son un pequeño resumen de aquella época», confiesa manzano.

«En su mirada social, más allá de la etiqueta cabe la pobreza, el abandono, la calle, las familias, los vagabundos y las comunidades marginadas». Nacido en una familia de fotógrafos, no le son ajenos los misterios de la imagen. En este caso estamos ante una exposición que ofrece su mirada hacia lo marginal con diferentes lecturas.

Asegura que nada le produce más satisfacción «que captar con la cámara de la vida que transcurre a mí alrededor, los sentimientos, el contraste social, las personas, la crisis, o la marginación. Antonio Manzano (1949), premio Caminos de Hierro en 2011, reúne ahora sus imágenes tempranas donde ya se aglutinaba toda la esencia de sus inquietudes y de los territorios por explorar

Sobre la necesidad de una mirada social, Manzano no lo duda: «Sí, es así, y además es una necesidad con mayúsculas. Ojalá algún día no sea necesario pero la fotografía puede concienciar para avanzar y adentrarse en un mundo con más igualdad. Al menos lo intento ahora como cuando tenía 20 años». De la opción y quierencia por el blanco y negro, cree que «dramatiza al dar una intensidad especial y, en mi caso, es verdad que selecciono más blanco y negro pero una foto con alma, auténtica, es buena tanto en color como en blanco y negro».

Fontcuberta asegura que «la fotografía de hoy se ha desprendido de memoria y de verdad». Manzano considera que «sí, es cierto, pero todavía se hacen fotos de la vida muy auténticas, muy de adentro, muy sentidas, muy de verdad». A juicio de Manzano, el mundo es muy bello y muy duro sin cámara. Con la cámara te sube la adrenalina y vives más todo alrededor: la belleza la miras con más atención, la pobreza y la miseria y la injusticia te duelen más. Lo vives todo con mucha más intensidad». Su valoración del presente fotográfico en la comunidad es rotunda: «Hay grandes fotógrafos, mucha afición a a fotografía y gente joven extraordinaria».