Gente que vuela con Shimabuku en Santander

'Desde lo alto del cielo hasta el fondo del mar' fue el título de la primera comparecencia del artista japonés Shimabuku (Kobe, 1969) en España. La galería NoguerasBlanchard, de Barcelona, acogió hace casi dos décadas esa presencia. Ahora, el Centro Botín albergará la primera gran muestra institucional española del artista que siempre apela a lo insólito, al espacio público, a su capacidad para moverse entre mundos imaginarios. A su proyecto Flying Me (Volarme), 2006, para el que utilizó un autorretrato a tamaño real y dibujado en una cometa, ha sumado Santander a través de una participación e implicación colectiva. Primero plasmada en una serie de talleres creando cometas personalizadas que ayer se hicieron volar al mismo tiempo en el entorno del Centro Botín, convirtiéndose en una instalación que se mostrará en el espacio de la exposición (las propias cometas y un vídeo ad hoc).

En palabras del artista, «denominar como arte el acto de volar cometas concede un permiso oficial a los adultos para reconectar con el niño que llevan dentro. De esta manera, el arte puede crear nuevas maravillas y revelar la belleza escondida en nuestro mundo». Shimabuku procura mutar en insólito lo cotidiano y se inspira a menudo en anécdotas personales, pequeños detalles de la naturaleza, experiencias colectivas o descubrimientos humorísticos y poéticos realizados en sus viajes. Sus performances e instalaciones proponen nuevas formas de vida y nuevos métodos de comunicación.

Shimabuku y un equipo de artistas colaboraron así en la realización de talleres la pasada semana en Santander. El paso público de ayer, que precede a la exposición del artista, se celebró a modo de 'quedada de vuelo de cometas'. La actividad fue grabada y tanto el vídeo como las cometas formarán parte de la instalación 'Flying People (Santander)-Gente que vuela' en la exposición 'Pulpo, cítrico, humano' de Shimabuku, que abrirá sus puertas el día 5 de octubre en la segunda planta. Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, es la comisaria de la muestra que incluirá vídeo, fotografía, escultura, instalación y texto desde hace más de tres décadas. Un artista que destaca por la manera única de documentar interacciones entre entidades diversas.

En su propuesta de hace dos décadas ya se subrayó la importancia que concede al azar como medio narrativo para crear situaciones improvisadas, y la posibilidad de generar un nuevo lenguaje con el fin de reflexionar sobre la propia comunicación en el arte. Ambos pilares de su obra, que siempre busca la complicidad del espectador, tal como ha sucedido estos días con las creaciones, diseño y construcción de las cometas, que han sido fruto de la experiencia única de trabajar con el reconocido artista, y el propio vuelo colectivo. Entre la serie de piezas nuevas con la participación de la comunidad local, está prevista una obra submarina grabada en el lecho marino frente a la costa santanderina. Será una versión más grande de anteriores acciones suyas: 'Visita a los pulpos de Santander: explorando sus casas favoritas', una ofrenda y un escenario de interacciones, grabadas bajo el agua por un equipo de buceadores al que se unió el propio artista.

Entre las singularidades de su comparecencia en Santander cabe citar la película 'Shimabuku's Fish & Chips', 2006, que documenta el encuentro entre los ingredientes del popular plato británico mostrando a una patata que emprende un viaje submarino por Liverpool para encontrarse con un pez. También se incluye una serie de sus primeras obras fotográficas, caso de'Tour of Europe with One Eyebrow Shaved (Vuelta por Europa con una ceja afeitada), 1991; o Symbiosis (hyacinth & black gold fish) (Simbiosis: jacinto y pez dorado negro), 1992, que certifican su «enfoque nómada y efímero de la creación artística ofreciendo nuevos puntos de vista de la vida».

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