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Inventor de la escultura móvil, vivió de un modo sencillo y desarrolló su arte con tenacidad. En sus últimos 25 años, alejado del epicentro artístico de Nueva York o París, se refugió con familiares y amigos en sus casas de Connecticut y Francia. Alexander Calder ( ... Pennsylvania 1898-Nueva York, 1976) será el gran protagonista del verano expositivo en Cantabria y una de las referencias obligadas del mundo del arte en todo el Estado. El Centro Botín acogerá más de ochenta obras del artista, conformando una muestra inédita, en una de las producciones expositivas internacionales más importantes de la Fundación santanderina. De Calder y su obra, uno de los iconos del siglo XX, Jean Paul Sartre escribió: «no sugiere nada: captura movimientos reales, vivos y los plasma. Sus móviles no significan nada, no hacen referencia a nada excepto a sí mismos: existen y basta; son absolutos». Roma acogió hace una década una de las más grandes exposiciones retrospectivas europeas dedicada al artista nacido en 1898 en el seno de una familia de artistas y fallecido en los años setenta tras una «innovadora trayectoria artística».
El Centro Botín abrirá el próximo 29 de junio 'Calder Stories', la exposición inédita que cubrirá cinco décadas de la trayectoria artística de Alexander Calder. Comisariada por Hans Ulrich Obrist, director artístico de las Serpentine Galleries de Londres, y organizada en colaboración con su Fundación de Nueva York, esta cita revelará «historias apasionantes y poco conocidas» de la obra del famoso artista norteamericano, y lo hará a través de una amplia variedad de proyectos que abarcan desde los grandes encargos públicos a sus innovadoras propuestas escénicas.
En datos 'Calder Stories', que cuenta con la colaboración de Viesgo, podrá visitarse del 29 de junio al 20 de octubre en la segunda planta del Centro Botín. Se exhibirán 80 obras.
Nombres Comisariada por Hans Ulrich Obrist, director artístico de las Serpentine Galleries de Londres, y organizada en colaboración con la Calder Foundation de Nueva York. Y el propio arquitecto Renzo Piano, realiza el diseño expositivo.
Hans Ulrich Obrist comenzó en 1990 a reunir información sobre un tipo de arte poco común: el de los proyectos no realizados.
Es decir, «unos caminos no recorridos que conducen a un filón de ideas artísticas: proyectos olvidados, proyectos directa o indirectamente censurados, proyectos incomprendidos, proyectos oprimidos, proyectos perdidos, proyectos irrealizables... Aunque ya no es posible preguntar a Calder sobre ello, pensé que podría ser interesante aplicar la metodología de lo irrealizado a la historia del arte», explica el estudioso.
Esta exposición del Centro Botín brinda «la fascinante oportunidad por primera vez» de redescubir a Calder, asegura el comisario.
'Calder Stories', que cuenta con la colaboración de Viesgo, podrá visitarse en la segunda planta del volumen expositivo (Oeste) del Centro Botín hasta el 20 de octubre. Esta muestra estará integrada por unas 80 piezas procedentes de la Calder Foundation, pero también cedidas por importantes colecciones particulares y públicas. Además, el propio arquitecto del Centro Botín, Premio Pritzker, vuelve a colaborar con la Fundación santanderina al abordar, en esta ocasión, el diseño expositivo de la muestra.
Calder Stories también contará con un catálogo ilustrado y acompañado de textos de Hans Ulrich Obrist; del presidente de la Calder Foundation, Alexander S. C. Rower, y de la comisaria independiente, Sandra Antelo-Suárez, entre otros. Además, incluirá entrevistas realizadas a la directora de cine Agnès Varda y a los artistas Jack Youngerman y Monir Shahroudy Farmanfarmaian.
Algunas de las obras más conocidas de Calder fueron fruto de colaboraciones con importantes arquitectos, coreógrafos y compositores de su tiempo, «unas historias que hasta la fecha no han sido prácticamente estudiadas». Se trata de proyectos que en su mayoría vieron la luz, aunque en ocasiones no llegaron a materializarse. Calder Stories se embarcará en una exploración de lo que Calder dejó tras de sí, añadiendo nuevos matices y complejidades al conocimiento del artista, considerado un pilar fundamental del arte del siglo XX.
Entre los proyectos nunca realizados que podrán contemplarse en el Centro Botín, se cuentan una serie de seis maquetas creadas por Calder en 1939 para acompañar la propuesta de Percival Goodman para la construcción de la Smithsonian Gallery of Art, en Washington D.C. También un conjunto de casi dos docenas de bronces de 1944, creados por sugerencia de Wallace K. Harrison para un edificio de estilo racionalista, que debían haberse construido en hormigón con una altura de entre nueve y doce metros, aunque finalmente nunca se materializaron.
En el ámbito de las artes escénicas, también se presentarán varios bocetos realizados entre los años treinta y cuarenta detallando unas complejas coreografías abstractas, así como propuestas para lo que Calder denominó 'objetos-ballet', incluyendo escenografías para la propuesta de un ballet con música por Harrison Kerr. La exposición incluye animaciones digitales de algunas de esas composiciones, creadas expresamente para la ocasión.
Asimismo, en esta exposición del Centro Botín se incluyen importantes encargos realizados in situ por Calder para mecenas de todo el mundo. Entre ellos, destaca 'Untitled' (1954), una gran escultura móvil creada para la oficina de venta de billetes de Middle East Airlines, en Beirut. También 'Escutcheon' (1954), una pieza realizada al mismo tiempo que la anterior en un estudio improvisado en la capital libanesa, así como 'Guava, Franji Pani y Red Stalk', algunas de las esculturas creadas por Calder en 1955 durante un viaje a Ahmedabad, en la India. Unas obras creadas a instancias de su anfitrión Gira Sarabhai, que ofreció al artista y a su esposa la posibilidad de viajar por el país a cambio de obras de arte. Todos estos encargos posicionan a Calder como el primer artista verdaderamente internacional, al realizar todas estas obras viajando incesantemente en una época en la que no era lo habitual.
'Calder Stories' seguirá el proceso creativo del famoso artista norteamericano durante estas y otras experiencias. Una visión holística de las intenciones de Alexander Calder a través de bocetos y obras efímeras, «que brindarán al espectador la oportunidad de contemplar piezas nunca antes vistas». Además, esta muestra del Centro Botín incluirá varios encargos fílmicos realizados a artistas contemporáneos e inspirados en Calder y/o en su obra, ampliando así el legado de colaboraciones con cineastas llevadas a cabo por el propio artista en su día.
El genuino creador de las esculturas móviles se valió de su genio innovador para cambiar profundamente el curso del arte moderno.
Nacido en una familia de célebres artistas, aunque de formación más clásica, Calder abordó un nuevo método escultórico: a base de doblar y retorcer alambre «dibujaba» figuras tridimensionales en el espacio. Se le reconoce la invención del móvil, cuyos abstractos elementos suspendidos en el aire se mueven y equilibran en cambiante armonía. Acuñado por Marcel Duchamp en 1931, el término móvil hace alusión a «movimiento» y «motivo» en francés. Algunos de esos primeros móviles eran accionados por un sistema de motores que Calder acabó abandonando tras desarrollar otros que reaccionaban a las corrientes de aire, la luz, la humedad o la interacción humana.
También creó obras abstractas estacionarias, las mismas que el artista franco-alemán Jean Arp denominó stabiles.
En la década de los cincuenta, Calder comenzó a centrarse en los encargos internacionales, dedicándose, cada vez más, a realizar esculturas de grandes dimensiones a base de planchas de acero atornilladas. Entre esos grandes encargos, destacan: 125, para la New York Port Authority en el Aeropuerto John F. Kennedy (1957); Spirale, para la sede de la Unesco, en París (1958); Teodelapio, para la ciudad de Spoleto, en Italia (1962); Trois disques, para la Expo de Montreal (1967); El Sol Rojo, para los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México (1968); La Grande vitesse, primera obra de arte público financiada por el NEA (National Endowment for the Arts) e instalada en la ciudad de Grand Rapids, en Michigan (1969), entre otros.
Alexander Calder fue objeto en vida de importantes retrospectivas, como las realizadas en la George Walter Vincent Smith Gallery, en Massachusetts (1938); el Museum of Modern Art, en Nueva York (1943-44); el Guggenheim Museum de Nueva York (1964-65); la Fondation Maeght, Saint-Paul-de-Vence, en Francia (1969); y el Whitney Museum of American Art, en Nueva York (1976-77), entre otras.
Vinculado a Cataluña desde 1927, a través de su íntima amistad con Joan Miró, la obra de Calder tras su muerte se expuso en los setenta en la galería Maeght de Barcelona, en la muestra más importante de su escultura celebrada hasta entonces en Europa.
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