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Cuando Joaquín Hierro Torres era pequeño, los alrededores de la playa de Portio (Piélagos) «eran un camino de carros porque todo eran prados» tal y como él la recuerda. Y justo en ese lugar su padre, el poeta José Hierro que el próximo 3 de ... abril cumpliría cien años, habilitó «una pequeña casa de pescadores sin agua y sin luz» para que Angelines, su mujer y sus cuatro hijos pudieran estar en contacto con la naturaleza. El 'Minifundio', que es como llamó aquella pequeña construcción, le unió con un municipio que el pasado lunes, coincidiendo con el Día de la Poesía, le brindó un sencillo y cálido homenaje en el que además de poner su nombre a una de las salas de la Biblioteca Francisco Llata se escucharon sus versos, algunas de las composiciones de música clásica favorita y en el que, sobre todo, se reunieron muchos de sus amigos, un grupo de admiradores que no le olvidaran tal y como pudieron comprobar dos de sus hijos –el propio Joaquín y Marián– y su nieta Helena.
Uno de estos amigos y admiradores es José Ramón Rioz Ruiz, maestro jubilado, músico y director y fundador de varias escolanías y corales quien 'lió' a la alcaldesa Verónica Samperio para la celebración de este recordatorio. Una iniciativa que la regidora aceptó encantada: «No podíamos dejar de homenajear la figura del poeta, pero también la del hombre comprometido, que pasó aquí muchas vacaciones. Teníamos que recordarlo y hacerlo aquí, en este centro –la biblioteca– punto clave de la actividad cultural del norte del municipio», señaló Samperio, maestra y psicopedagoga de profesión quien hizo hincapié en que «Esta sala a la que hoy ponemos el nombre del poeta José Hierro es la sede de las actividades de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC), una de ellas, el taller de creación literaria impartido por la escritora Espido Freire», por ello, según dijo «no se me ocurre mejor nombre para este lugar que el de uno de los poetas españoles más importantes del siglo XX, un referente de la denominada poesía social de la posguerra».
Y para recordarlo, además de instalar una placa con el nombre de 'Poeta José Hierro', nada mejor que un recital con sus poesías a cargo de Rosa Gil, acompañada con el chelo de José Ramón Rioz Fernández. Y en la sala, que se llenó para la ocasión, no faltaron amigos del poeta como la pintora Gloria Torner o Aurora Bobadilla, viuda de Carlos Galán presidente del Ateneo. El propio Rioz y Rosa Gil rememoraron muchos momentos con el homenajeado que quisieron compartir con los asistentes, entre los que también estaban el poeta Carlos Alcorta y varios miembros de la corporación municipal.
Joaquín Hierro - Hijo del poeta
José Ramón Rioz - Músico
Joaquín Hierro, hijo del poeta, evocó algunos momentos de su infancia en esta localidad, Liencres, que a su padre «le gustaba mucho». «Vinimos mucho a esta playa que solía estar vacía y donde mi padre pescaba y luego preparaba esas paellas tan ricas a las que invitaba a tantos amigos» recordó. También dijo que al pasar la mayor parte del tiempo en Madrid, el poeta acabó vendiendo esa casa, pero «ese barco que estaba varado», señaló en referencia a su forma de vida, «siguió su misma esencia en la capital donde también disfrutaba de las reuniones con los amigos».
José Ramón Rioz contó que conoció a José Hierro en 1982, a través de Carlos Galán, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Un encuentro provocado por la admiración que ya sentía ante su obra «que es música en sí misma» y que definió como «la poesía del agua, de la naturaleza y de la vida» de un autor al que definió como «poeta universal». «Solo con leer un verso de Hierro alcanzamos la esencia de la humanidad».
Además recordó que formó parte de «una importante generación de artistas en Cantabria a la que unía una inmensa amistad» y enumeró los premios obtenidos durante su trayectoria: Adonais, Nacional de Poesía, Príncipe de Asturias de las Letras y Cervantes, entre otros.
Durante el acto también se visionó un vídeo en el que el José Hierro recitaba su poema 'La Casa', dedicada a su 'Minifundio' y con el que el Consistorio ha editado en un tarjetón que ha distribuido entre los centros escolares del municipio para promover un mayor y mejor conocimiento de su figura y obra.
Rosa Gil, que explicó que para Hierro «la poesía es un acto oral» recordó algunos de las ocasiones que compartió con el homenajeado, como la inauguración de la Casona de Tudanca entre otras; y fruto de esa gran admiración ella y su esposo, el desaparecido Isaac Cuende, prepararon varios recitales con su obra.
El del pasado lunes comenzó con un poema dedicado a Piélagos, pero también leyó 'Despedida al mar', de 'Tierra sin nosotros'; 'Retrato en un concierto' dedicado a Bach, uno de sus músicos favoritos y 'Vida', epílogo de su libro 'Cuaderno de Nueva York' con el que cerró la velada.
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