Villar Flor recrea los viajes de Graham Greene por España como agente secreto

El fruto del tesón del narrador y docente santanderino ha sido una obra singular, entre la recreación y la revelación, 'Viajes con mi cura: Las andanzas de Graham Greene por España y Portugal' (Comares/U.R., 2020) que abre terrenos inéditos y rescata un acopio de datos surgidos de esos archivos de EEUU y Reino Unido, de Georgetown, Boston College, a Bodleian (Oxford) y British Library, entre otros. La fascinación de Greene, hombre y escritor, siempre está latente. Villar Flor, autor de las novelas 'Mientras ella sea clara' y 'Solo yo me salvo' (ambas editadas la pasada década por la firma cántabra Valnera), sostiene que la vida del autor de 'El poder y la gloria', «no supera su ficción, pero no deja de ser apasionante. Fue espía, viajero, explorador, periodista, vivió tórridos romances, trabó amistad con líderes políticos y viajó a los lugares más conflictivos...».

A veces, dice el profesor de la Universidad de La Rioja, «sorprende que viviendo tan intensamente haya sido capaz de producir una bibliografía tan extensa y tan variada». Se explica, cree, «por su férrea disciplina de escribir todos los días sin excepción un número de palabras (500 en su juventud, 300 en su vejez) en el primer momento de la mañana».

Pero ¿por qué fija su mirada en Graham Greene? «Es un novelista que aborda temas de calado mediante historias que atrapan, llenas de personajes contradictorios, que se debaten entre opciones opuestas. Me gusta cómo plantea conflictos éticos, religiosos y políticos huyendo del maniqueísmo y presentando perspectivas plurales».

Los viajes de Greene con su amigo gallego y sacerdote Leopoldo Durán inspiraron su principal novela hispana, 'Monsignor Quixote' (1982), de la que se hizo una adaptación para la televisión. Tras la muerte de Greene en 1991, Durán, quien también era profesor de la Complutense, publicó un libro con las memorias de su amistad, pero no incluyó una crónica detallada de estos quince viajes, que sí aparecen recogidos en sus diarios personales, legados tras su fallecimiento a la Universidad de Georgetown de Washington. «La teoría es que Greene vino a España a descansar pero, en realidad, él era un informante del servicio secreto británico», según Villar Flor.

El contexto lo explica así el también poeta santanderino: «La familia de Greene tenía una amplia tradición en el Servicio Secreto. Greene fue un agente activo durante la Segunda Guerra Mundial, y al finalizar esta siguió prestando servicios a la inteligencia británica aprovechando sus desplazamientos como escritor. Viajó a los países más conflictivos del planeta, y en ocasiones consiguió entablar relaciones de amistad con los respectivos líderes, como fue el caso de Omar Torrijos en Panamá, Castro en Cuba, Allende en Chile, Gorbachov en la URSS..., y desde esta posición privilegiada influía de algún modo en la política de estos países. En 1980 hizo un intento de hacer lo propio con los líderes socialistas de España, y empezó por Tierno Galván, alcalde de Madrid, con el que consiguió entablar amistad».

Durante la segunda Guerra Mundial, Villar Flor recuerda que Greene ya formó parte del MI6, que actuaba como la agencia de inteligencia exterior del Reino Unido. «El novelista inglés cumplió varias misiones informativas camufladas en sus viajes como escritor de prestigio por todo el mundo. De tal modo que se desplazaba a países «conflictivos», principalmente en Latinoamérica, donde «conseguía hacerse amigo de los líderes, muchos de ellos de regímenes de izquierdas», como Fidel Castro en Cuba, Omar Torrijos en Panamá y Salvador Allende en Chile, con el objetivo de «influir en la política» de estos gobiernos.

Además de lo citado, la hipótesis del director de la revista literaria 'Fábula' radica en que Greene se hizo invitar a nuestro país en 1976 para observar la España postfranquista de la mano de su anfitrión, Leopoldo Durán. «En estos comienzos tenía un interés especial por conocer el País Vasco, que era la principal zona de conflicto en los 70. También pienso que le interesaba recabar información relativa al posible ingreso de nuestro país en la Comunidad (Económica) Europea».

Villar se entrevistó con varios testigos españoles del paso de Greene: los acompañantes-conductores, los amigos y compañeros de Durán, diversos testigos presenciales de algún episodio, etc. «Ha sido una labor de investigación documental pero también con un punto detectivesco», recalca el escritor.

Traductor y especialista en Evelyn Waugh, subraya que para afrontar esta ambiciosa edificación temporal ha intentado aunar el rigor académico y los datos con un tono accesible que pueda atraer a un público general. «No pierdo de vista que lo más interesante de mi libro son los dos personajes protagonistas, Graham Greene y Leopoldo Durán. Del segundo ofrezco un retrato que hasta la fecha es totalmente inédito; del primero, es obvio, se sabe mucho más, pero también aporto anécdotas y facetas de su personalidad desconocidas y sorprendentes».

El narrador santanderino ha concluido, casi en paralelo, un libro de microrrelatos y, además de escritos académicos sobre la novela británica del siglo XX, prepara ya su quinta novela, «que en parte transcurre en Cantabria».