«La literatura siempre será mi primer amor»

-¿Qué cuenta en 'Sábado, domingo', la novela que presenta el martes en el Aula de Cultura de El Diario Montañés?

-La novela está divida en dos partes, un sábado y un domingo, contada por dos voces que pertenecen a un mismo hombre. Una historia transcurre en su adolescencia y la otra en la madurez. Se intentará contar a si mismo qué pasó ese sábado y en qué se ha convertido en esos años. La historia comienza con unos chicos que invitan a una chica a una fiesta y sucede algo escabroso. Se siente culpable por omisión o por no haber querido saber qué sucedió. La segunda parte del libro es una reflexión sobre la duda, la culpa, los secretos que arrastramos... Un juicio en el que el detective, el abogado y el fiscal son la misma persona.

-Habla de la culpa, las deudas de la vida... ¿qué le inspiró?

-La obra nació de una sensación, luego busqué los personajes, la historia y el estilo. Como las novelas se alargan mientras las escribo, me resulta difícil concretar en qué momento surgió. Hace años estaba en una terraza y dos chavales tonteaban con una chica dando por hecho muchas cosas. Imaginé si acababa mal la historia cómo vivirían esos chicos el resto de los años...

-También habla de amor...

-La novela habla de la búsqueda del amor y del desamor. Hay una historia de amor constante, desde el principio de la novela, del narrador con su prima que es escritora. Ella le quiere pero le elude y él la persigue emocionalmente.

-Su personaje es un joven adolescente, que bebe y se mete en un lío... ¿Hay algo de usted en él?

-No tiene nada que ver conmigo. El personaje principal sueña con ser escritor, pero no hace nada por serlo. Es un hombre sin oficio ni beneficio y el suceso que le ocurre siendo joven nada tiene que ver conmigo. Pero para no dejar huerfanito al personaje le introduje cosas mías, de mis amigos, experiencias personales y familiares... Algunas son historias de mi vida, otras inventadas y otras robadas de otras vidas.

-¿Cómo ha evolucionado como escritor desde 'Lo peor de todo'?

-He evolucionado por instinto, por lectura, por pasión hacia la literatura, ampliando mi círculo de lectura cada día más. También he vuelto a lecturas esenciales en mi vida... Cada libro me ha pedido una voz distinta, una estructura diferente. Por ejemplo, 'Sábado, domingo' no tiene nada que ver con 'Rendición', mi anterior novela con la que gané el Premio Alfaguara 2017. Son construcciones diferentes.

-¿Tiene ya una nueva historia de la cabeza?

-Las historias siempre rondan en la cabeza y en las libretas. Apunto ideas y posibilidades y luego unas ideas avanzan y otras se quedan en un cuento o esperan su momento que tal vez es nunca.

-¿Cómo empezó su aventura literaria?

-En mi pasión por la lectura. Eso me incitó a escribir. Soy un lector apasionado como todos los escritores porque no hay escritura sin lectura. Esta pasión por los textos bien escritos me invitó a escribir y tuve la fortuna de poder publicar desde muy joven y ya han pasado 27 años.

-¿Por qué escribe?

-La escritura es una pasión, es lo que me gusta. Uno no escribe por fama, éxito o dinero, porque no es el camino más fácil para ganar dinero. Uno se pone a escribir porque no puede hacer otra cosa, porque es su pasión. Escribir no es un oficio es una vida entera. Escribir sirve para aprender mucho sobre uno mismo, los demás, distintos mundos y épocas, matizar y no tener juicios soberbios y críticos. No decir frases que se consideran verdades como puños, porque en literatura no hay verdades absolutas, hay mil capas de cada realidad y de cada emoción.

-¿Qué ingredientes debe tener una buena novela?

-Es fundamental una buena escritura. A partir de entonces, tengo un amplio catálogo de lecturas. Stephen King y Agatha Christie me gustaban mucho cuando era joven. Son novelas bien escritas.

-¿Cómo ve el panorama literario?

-Agitado, animado. Se publica muchísimo. A la vez es complicado porque este país nunca ha sido de mucha lectura.

-Una contradicción...

-Siempre lo hemos pensado todos. Un país que tiene los ratios de lectura más bajos de nuestro entorno, sorprende que se publique tanto.

-¿Y qué papel juegan las redes sociales?

-Mucha gente surge de las redes sociales y luego son absorbidos por las grandes editoriales, lo que da lugar a que existan muchas voces. Son tantas que es difícil orientarse y separar el polvo de la paja. Yo nací en otro mundo. Las primeras novelas las escribí a máquina. Toda esta revolución me ha sorprendido. No tengo redes sociales ni participo en ellas.

-Además de escritor es guionista de cine... ¿qué le gusta del cine?

-Es otra pasión casi desde la infancia. Estudié Imagen y Sonido y Guion. Tuve la oportunidad de trabajar como guionista y director y me gusta porque me saca de mi mundo. Me interesa investigar, conocer temas nuevos... y la parte colaborativa que haces con productor, director y actores, lo contrario a la literatura que es como una isla desierta en la que está uno solo en su habitación. Por supuesto que la literatura es mi primer amor y será así hasta el final.

-Terminemos la entrevista con la primera frase de una novela.

-El principio de una novela es fundamental. No me arriesgo a decir una. Terminaré con la primera frase de este último libro: Lo que sucedió aquel día creo que nunca lo hablé con nadie, ni siquiera con Chino, que era mi mejor amigo... La primera frase siempre es esencial.