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Teresa Abajo
Viernes, 2 de diciembre 2022, 01:00
Juan Diego Botto (Buenos Aires, 1975) pasará este fin de semana en Santander metido en la piel de García Lorca. 'Una noche sin luna' llega este viernes y sábado al Palacio de Festivales con el aforo agotado, en una segunda gira «enloquecida» y triunfal.
Galardonada con dos Max -a él le han concedido también el Premio Nacional de Teatro-, la obra ha crecido sobre todo «por el boca a boca entre el público y los programadores». Botto pasó tres años «respirando Lorca» mientras preparaba el montaje junto al director, Sergio Peris-Mencheta y representaba la primera gira. Ahora vuelve a él alternándolo con otros trabajos. Ayer mismo, la Academia de Cine anunció que su primer largometraje: 'En los márgenes' está nominado a cuatro premios Goya, entre ellos, el de mejor Director Novel.
- Esta noche sin luna dura ya dos años y el público pide más. Le habrán preguntado muchos compañeros cuál es la tecla que ha tocado.
- La obra nace de la necesidad de contar una historia que a mí me conmovía, me obsesionaba, y uno nunca sabe si le va a interesar a alguien más. Quizá funciona porque la historia de Lorca es muy actual. A él le tocó vivir una encrucijada en la que estaban presentes ciertos monstruos que están también en nuestro presente. Nuestra pretensión era hablar de la memoria no como una cosa arqueológica, sino como algo vivo.
- La emoción que provoca ¿fue así desde la primera función?
- Sí. El estreno fue en Vitoria en plena pandemia, con aforos reducidos, pero la reacción fue fervorosa desde el inicio. Absolutamente inesperada. Y una de las cosas más bonitas ha sido ver a mucha gente joven en el teatro.
- A Lorca lo hemos estudiado toda la vida, pero esta obra nos ayuda a conocerlo.
- Conocemos su obra, pero la obra es solamente una parte de un artista. Hay un vídeo de Vicente Aleixandre en el que habla de su amigo y dice que poetas excelsos en el siglo XX ha habido muchos, pero él no conoció otra personalidad como la de Federico: tan alegre, tan magnética, tan cautivadora... Quisimos representar a un hombre alegre, encantador, divertido, con mucho sentido del humor. El espectador ya sabe que vamos a contar una tragedia, pero para hacer honor a su figura debemos mostrar esa cara brillante, divertida y seductora. Nos pareció el mejor tributo.
- ¿Se imagina algún día llevando flores a su tumba?
- Creo que ese momento llegará o espero que llegue. Nos lo merecemos y soy optimista.
- ¿La ley de Memoria Democrática cambiará muchas cosas?
- Es muy positivo que se haya aprobado. Para mí es una ley escasa en algunos puntos, sobre todo en lo que tiene ver con la asistencia a los familiares. Las exhumaciones siguen dependiendo de asociaciones privadas y yo creo que no se deberían delegar. Hace apenas unas semanas he visto al alcalde de Madrid inaugurar una estatua dedicada a la Legión en un acto que terminó con loas a Millán Astray y vivas a Franco. Soy escéptico, porque según la ley de memoria histórica eso es un delito y dudo mucho de que esto vaya a acabar en una imputación.
- ¿Cómo vivió la exhumación de Queipo de Llano?
- Fue el máximo responsable del fusilamiento de Lorca y también de la muerte de 45.000 andaluces. Creo que no es un tipo que merezca estar enterrado con honores en una basílica..
- Ricardo Darín dijo cuando presentó en 'Argentina, 1985' que «España enjuiciará su pasado en algún momento». ¿Está de acuerdo?
- Bueno, ha pasado mucho tiempo y tenemos demasiadas deudas pendientes. Argentina es vanguardia en muy pocas cosas, pero en cuestión de derechos humanos y en cómo han lidiado con la dictadura y la memoria es ejemplar. El problema es que hay muy poca pedagogía. Yo que soy una persona inquieta con este tema supe que había habido campos de concentración hace muy poco y al principio tampoco era consciente de su dimensión.
- El año que viene llevará a Buenos Aires 'Una noche sin luna'.
- En mayo hacemos Colombia y Buenos Aires, y allí termino. Me hace mucha ilusión. Nunca he actuado allí en teatro y será en el Teatro San Martín, donde se conocieron mis padres. Un momento lleno de simbolismo y sin duda muy importante.
- Después de trabajos intensos como esta obra y su película 'En los márgenes', ¿se ha divertido interpretando al tipo repelente de 'No me gusta conducir'?
- Soy muy fan de Borja Cobeaga y me apetecía muchísimo meterme en una comedia. Me resultó muy refrescante, necesitaba cambiar de aires.
- Por cierto, ¿qué tal conduce?
- Pues me gusta, pero no tengo la paciencia suficiente para ser buen conductor.
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