![El Museo de Altamira acerca el arte rupestre de las islas deshabitadas del Archipiélago de Palaos](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2023/12/12/altamira-1-kalH--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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El Archipiélago de Palaos en el Océano Pacífico es el nuevo punto de mira en el que el Museo de Altamira pone el foco para transmitir correspondencias, afinidades y redescubrir otros territorios del patrimonio mundial. Es la nueva entrega de la serie de exposiciones ... que el Museo Nacional y Centro de Investigación sito en Santillana del Mar organiza, por quinto año consecutivo, sobre el arte rupestre de diferentes partes del mundo. Bajo el epígrafe 'Arte rupestre de Palaos: imágenes ancestrales, archipiélago fértil' la exposición inaugurada ayer difunde el arte rupestre alejado de la realidad más directa. En este caso las pinturas están situadas, en su mayoría, en islas deshabitadas y ubicadas en lugares fácilmente visibles desde la costa, para ser vistas desde las canoas.
En el remoto océano Pacífico Occidental, estas muestras del arte se revelan en Palaos formado por un conjunto de 480 islas volcánicas y coralinas que se extienden por una superficie de 466 kilómetros cuadrados. Algunas de las islas cuentan con 3.400 años de historia de presencia humana y atesoran ricas tradiciones orales. Actualmente, 18.000 personas habitan el archipiélago. En la isla más grande de Palaos, Babeldoab, hay localizados dos conjuntos de grabados rupestres. Sin embargo, es el archipiélago deshabitado de Chelebacheb, conocido como Islas Rocosas, donde se localizan 10 sitios con, al menos, 150 pinturas. Seis de ellos se encuentran dentro de la Laguna Meridional de las Islas Rocosas, declarada Patrimonio Mundial en la categoría de bien mixto (natural y cultural) por Unesco en 2012.
Entre 10 y 15 metros sobre el nivel del mar, en lugares fácilmente visibles desde la costa, se ubican los sitios con pinturas, normalmente de color rojo brillante y, a veces, amarillo. «Se trata de motivos individuales (con la excepción del panel de Olechukl Ears Ulong), sobre todo, geométricos, manos y algunas pinturas naturalistas que representan embarcaciones, formas humanas, pájaros, peces, posibles cocodrilos y huellas de animales». Aunque Palaos es rico en leyendas o mitos, solo en algunos casos se encuentran relatos relacionados con el arte rupestre. Para los grabados rupestres de Olbakeldrau, en la isla de Babeldaob, existe una leyenda trasmitida hasta la actualidad que los relaciona con el lugar de enterramiento de la legendaria Surech, decapitada por su amante. «En cambio, es el semidios Orachl quien dibujaría con una pluma de hoja de coco las pinturas de la Isla de Ulong. El significado es un misterio ya que no existen correlaciones arqueológicas y hay pocas similitudes con los diseños tradicionales de Palaos».
Actualmente, se cree que Palaos fue colonizada por pueblos de habla austronesia procedentes de las islas del sudeste asiático hace unos 3.400 años. Por lo que, debido a los paralelismos con esa tradición de pintura, las imágenes se remontarían a esos primeros momentos de asentamiento. En cambio, la existencia de tradiciones orales sobre los grabados, indica que podrían ser más tardíos. La muestra, que se exhibirá hasta la primavera de 2024, revela que los sitios de las pinturas tienen un acceso difícil, pero se encuentran en localizaciones de gran belleza. Entre todos los lugares con pinturas rupestres, destaca el mural de Olechukl Ears Ulong. «La elección del lugar, el cuidado artístico y la composición del mural lo convierten en uno de los principales ejemplos de arte rupestre de todo el Pacífico».
La exposición ha sido financiada por el Ministerio de Cultura y cuenta con la colaboración de la red internacional Rock Art Network, creada a iniciativa del Getty Conservation Institute y la Bradshaw Foundation. Es el quinto año consecutivo en el que el Museo de Altamira, miembro de la red desde su creación, acerca sitios con arte rupestre desconocidos para el público. En años anteriores, se presentó el arte rupestre de Ukhahlamba-Drakensberg, África; de la Quebrada de Humahuaca, Argentina; del Bajo Pecos, entre México y Estado Unidos; y de la India.
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