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Pilar González Ruiz
Martes, 21 de junio 2016, 19:10
En 1956 un transportista americano inventó los contenedores de mercancías. A día de hoy se construyen en torno a 1,6 millones al año, a los que se intenta dar salidas alternativas, una vez en desuso de su aplicación original. Si unimos a esta búsqueda ... de utilidad la canción de Los Deltonos que decía aquello de A tocar a la calle, a tocar a casa, nos sale un resultado curioso con el que, para variar, músicos e instituciones parecen estar de acuerdo.
El Ayuntamiento de Torrelavega ha anunciado la instalación de cinco de estos contenedores como locales de ensayo para bandas de música y asociaciones culturales de distinto tipo. Para ello han consignado una partida de 180.000 euros que incluye la instalación y acondicionamiento (electricidad, aislamiento térmico y acústico e impermeabilización) de las estructuras, así como la construcción de un escenario al aire libre y una red de altavoces.
Si todos los trámites van bien, y los diversos organismos implicados dan el visto bueno, entre octubre y noviembre de este año comenzaría la colocación de los contenedores. Como dice Javier López Estrada, primer teniente de alcalde y concejal de obras del Ayuntamiento de Torrelavega, la arquitectura con contenedores marítimos ha dejado de ser innovadora y son muchas las ciudades que cuentan con este tipo de instalaciones, sobre todo con fines culturales.
La propuesta que ahora llega a Cantabria no es nueva. Ya en 2008 Telefónica y Universia (la red universitaria del Grupo Santander), crearon un programa de apoyo a los músicos emergentes que consistía, precisamente en contenedores itinerantes que se iban moviendo por diversas universidades. Durante tres horas al día y tras solicitar la reserva mediante un mensaje de texto, las bandas tenían acceso a estas instalaciones equipadas tecnológicamente. Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Granada, fueron algunos de los campus donde se probó el método.
La apuesta más ambiciosa en este sentido, fija y con amplia capacidad, está en Sion, al sur Suiza e incluye una sala de conciertos para más de 300 personas, vestuarios, taquilla y un bar público es un espacio modulable.
No todo son parabienes y entre las principales contraindicaciones de este sistema está la rigidez de los espacios, en cuanto a dimensiones y materiales, lo que dificulta su manipulación.
Además del apoyo al sector cultural, López Estrada destaca la labor de compromiso medioambiental que implica esta opción; Reutilizamos materiales con un pasado industrial y comercial y minimizamos residuos y producción de Co2 asociada a una nueva edificación. Además, los grupos locales, que actualmente ensayan en locales de carácter privado que en ocasiones no cumplen las mínimas condiciones, tendrán la ocasión de interacturar de forma directa, con el enriquecimiento que ello supone. Recuerda, también, que en Torrelavega ya existió, hace 26 años, una iniciativa similar que no funcionó por defectos en la gestión; la Casa de la Música y está seguro de que se va a cubrir la oferta y será necesario ampliar más adelante.
Opinan las bandas
Juan Carlos Mazas, integrante de la banda de indie rock LCH,que acaba de estrenar su tercer disco, 'José Caléndula', señala como principal necesidad que las instalaciones, del tipo que sean, se organicen bien; No vale de nada tener muy buenas instalaciones y que no se lleve a cabo una gestión adecuada, dice. En su caso, la banda lleva casi cuatro años ensayando en el Mercado de Cazoña. Su local era una antigua tienda de comestibles en cierta manera acondicionado y con una acústica decente. No pueden ensayar hasta que no cierran las tiendas aledañas, pero eso no supone un problema teniendo en cuenta sus propios horarios laborales. La gran ventaja es que no comparten el espacio con otro grupo, por lo que pueden dejar su equipo e instrumentos sin necesidad de llevarlos o traerlos.
El Mercado de Cazoña, como recuerda Mazas fue durante muchos años el lugar donde más grupos ensayaban pero con la aparición de otras alternativas cerca de la ciudad y sobre todo, los locales de Escenario Santander se ha reducido el número de grupos que continúan allí. Aún así, sigue sin ser suficiente. Teniendo en cuenta el número de grupos que existen, no hay espacios. Sobre los contenedores de barco, indica que siempre que esté acondicionado y sea cómodo, cualquier sitio es bueno para ensayar
Como mencionaba Mazas, Escenario Santander tiene una parte menos visible que va destinada, justamente, a locales de ensayo. 27 grupos se reparten por los 15 habitáculos, de forma individual o compartiendo espacios y gastos que parten de 120 euros. Si tuviéramos 15 locales más, los llenaríamos también dice Javier Palacios, responsable de la sala.
La seguridad para los equipos y materiales, la luz natural, el aire acondicionado y el aliciente del roce con los artistas que actúan en el espacio de Las Llamas, son elementos determinantes para el éxito de estos locales de alquiler. Predomina como género el rock, una edad media de usuarios de 40 años y aunque algunos grupos terminan grabando en los propios estudios de la sala (Moon River), como es el caso de Puzzles, la mayoría se dedican a la música como un hobby.
Tras probar en Torrelavega y Santander, Nautilus cuenta, desde hace siete años, con un espacio en el Polígono de Trascueto, en Revilla de Camargo. Son unos locales privados, muy bien acondicionados e insonorizados que, entre todos mantenemos en buenas condiciones, dice Esteban Fraile. No han encontrado, afirma, otras propuestas con la calidad y el precio del local que ocupan en la actualidad. Sobre los contenedores, los miembros de Nautilus creen que es una propuesta del todo acertada y añaden que se trata de una demanda común para la gran mayoría de músicos de la región, que nos vemos obligados a apostar por locales privados para poder disfrutar de ubicaciones de calidad donde guardar y usar los equipos. Confían, además, en que sea un primer paso hacia una política de apoyo a la cultura más generalizada, y no tan extraordinaria como esta siento en este caso.
Fuera del núcleo santanderino, otras formaciones recurrían igualmente a los espacios habituales. Es el caso de Poetas de Botella. El grupo de Astillero empezó ensayando en una antigua cuadra de Guarnizo, donde se juntaban casi todas las bandas del municipio. Era el año 2005. Con el tiempo, y según el grupo fue progresando, acondicionaron un garaje de su propiedad donde tienen todo lo necesario para funcionar, incluso un estudio de grabación, por lo que no se plantean cambiar de aires.
Valoran que se hayan habilitado espacios en su municipio, como La Canaluca, un centro municipal donde las bandas pueden ensayar en buenas condiciones por un precio módico. La música es un hobby muy caro añaden, y ensayar en sitios poco seguros o mal acondicionados puede ser un problema. También ha habido iniciativas privadas, como los locales 'En Clave de Fa'. Sobre la idea de habilitar los contenedores de barco como espacio para ensayar, Poetas de Botella consideran que apoyar y promover entornos favorables para la creación artística, del tipo que sea, siempre es positivo y esperan que el ejemplo de Torrelavega se copie en otros ayuntamientos.
También salen del centro Ídolos del Extrarradio, que desde hace 10 años ensayan en Monte, cerca del Bocal. Está alejado y no molestas a nadie, dice Gustavo Buenaposada, por lo que, aunque se encuentran en pleno cambio de formación (de cuarteto a trío) e incluso de sonido, no tienen previsto trasladarse. Recuerda que hasta hace 6 o 7 años no había nada en cuanto a infraestructura y cada uno tenía que sacarse las castañas del fuego. Algo que no era sencillo porque nadie quería alquilar su local a un grupo de chavales que además iban a hacer ruido. Respecto a la propuesta de los contenedores de barco, lo valoran como una buenísima idea.
Otra modalidad, menos habitual, es la de las bandas residentes. Es el caso de las Black Girls, que cada lunes amenizan el comienzo de semana en la sala Black Bird. Adecuarse al escenario, a su sonido y sus características, son los principales elementos para ensayar dos días a la semana en ese espacio. La formación femenina, que había hecho una pausa para regresar a los escenarios con novedades el pasado lunes, considera positivo que se creen más locales en el formato que sea, pues todo espacio para desarrollar la creatividad es positivo.
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