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La banda La Maravillosa Orquesta del Alcohol saca disco este viernes.
«No existe nada tan poderoso como la música»

«No existe nada tan poderoso como la música»

La M.O.D.A publica este viernes su nuevo disco tras un año lejos de los escenarios en el que ha incorporado nuevos instrumentos y ritmos a la banda

Miércoles, 27 de septiembre 2017

Cuentan las horas para que su disco vea la luz. Este viernes se publica 'Salvavida (de las balas perdidas)', el último trabajo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, una banda burgalesa que ha hecho del folk y las melodías alegres su seña de identidad. Los burgaleses han estado un año sin salir a la carretera preparando un disco lleno de influencias de músicas europeas aunque con un retorno a los ritmos populares castellanos. «Una de las principales fuentes de inspiración para este álbum ha sido el ser humano», asegura David Ruiz, vocalista de La M.O.D.A.

- ¿Haber tenido tanto éxito con el anterior trabajo añade nervios o resta presión a la hora de sacar un nuevo trabajo?

- Estamos más tranquilos que nunca porque estamos muy seguros del disco que hemos hecho. Las canciones nos llenan y nos representan. Más que nervios tenemos expectación y ganas porque es algo en lo que llevamos trabajando mucho tiempo casi en secreto. Al final, que la gente lo escuche es lo que da sentido a este trabajo.

- ¿Cómo se pasa el mono de estar tanto tiempo sin tocar en directo y llevando la creación del disco de forma tan discreta?

- Se ha llevado bien porque nos ha permitido de alguna forma no sé si aislarnos o trabajar al menos con más tranquilidad. Estar nosotros solos en una habitación creando, como cuando nadie sabía de nuestra existencia. Y esta vez al retirarnos un poco del primer plano porque creíamos que lo necesitábamos y no queríamos tampoco aburrir a la gente, nos ha dado bastante libertad. La gente no sabía lo que estaba pasando. Había muchos rumores, incluso de que nos íbamos a separar. Pero hemos estado tranquilos, no había nadie pendiente de nosotros y eso nos ha permitido estar como cuando se creó el grupo.

- ¿Rumores de separación?

- Siempre hay chascarrillos por ahí. Había gente que no entendía que parásemos y que no explicásemos lo que estábamos haciendo. Porque después del último concierto en la Joy Eslava dijimos que íbamos a parar un tiempo y hubo gente que dijo de todo: desde que teníamos un disco preparado para sacarlo ya hasta que nos íbamos a separar.

- Tiene que dar mucha tranquilidad tener agotadas las entradas para el primer concierto...

- Ha sido un subidón. En tres semanas y con haber enseñado solamente una canción del disco nuevo. Entonces eso es que la gente que tiene tantas ganas de vernos tocar como nosotros de subirnos a un escenario. Y ya no son nervios sino ganas de que a la gente le lleguen nuestras canciones.

- ¿De dónde ha venido al inspiración para crear este disco? ¿Ha habido algún hilo conductor?

- Ha venido de ese paréntesis que nos ha permitido rebuscar e incorporar influencias nuevas. Musicalmente ha habido como dos líneas paralelas. Una que nos ha llevado a viajar fuera. Nos ha aportado muchas cosas viajar a Berlín, Edimburgo, Ciudad de México… Y por otro lado ha habido otro proceso que nos ha llevado aún más cerca de nuestras raíces, de nuestra tierra y de la música popular de la península. También ha sido una gran influencia la música popular europea, desde los Balcanes hasta Irlanda. La otra principal fuente de inspiración del disco ha sido el ser humano en su conjunto. En cuanto a la dimensión social y colectiva, lo que pasa a nuestro alrededor y las sensaciones y sentimientos que tiene el propio ser humano. Esa lucha interior de cada uno. El disco se dirige a esas personas que se van buscando cada día.

- ¿Cómo trabajan el contraste entre las letras tristes y los ritmos alegres que tanto les caracterizan?

- Nos sale de forma bastante natural y creemos que es una de las señas de identidad de la banda. Esa instrumentación más alegre de la mandolina, del acordeón, de las guitarras acústicas… y letras un poco más introspectivas, oscuras, tristes… Es nuestra forma de hacer canciones.

- ¿Es también una actitud ante la vida, una forma de buscarle la parte buena a una historia amarga?

- Me gustan las canciones tristes y la música puede ser una salvación, una purga de lo malo, algo que te hace sacar ese punto negativo que todos tenemos. Y la música creo que en un momento o en otro nos ha ayudado a todos. El otro día le escuché a Jorge Drexler que es el mejor calmante, y es que no existe algo así tan poderoso como la música. Entonces creo que cuando uno está alegre y feliz en la vida, lo disfruta y cuando está más jodido lo puede trasladar a una canción. Es una cura.

- Han adquirido nuevas influencias musicales e incorporado más instrumentos a la banda.

- A raíz de la música francesa hemos acabado incorporando el clarinete. Nos gustaba mucho la sonoridad. También hay en el disco por primera vez un vibráfono, un violín trompeta y una tuba, y también hemos añadido patrones rítmicos nuevos que no habíamos probado antes. Sin que seamos la bomba ni que hayamos inventado la rueda. Los ritmos irregulares son influencia directa de los ritmos populares castellanos y por incorporar cosas nuevas hasta hemos sumado un nuevo miembro porque a finales de año Adán, guitarra y mandolina, dejaba la banda. En su lugar ha entrado Nacho. Eso ya es un cambio en sí mismo porque cada persona hace que el grupo suene de una forma. Nacho ha aportado su forma de tocar y de entender la música y supongo que se ha notado también en las canciones.

- ¿La incorporación de nuevos instrumentos ha requerido más formación o ya los habían trabajado?

- En ese paréntesis en el que hemos estado escuchando mucha música para indagar, también ha habido un proceso de preparación. El clarinete, por ejemplo, lo toca Álvaro, que es el saxofonista. Ya lo sabía tocar pero no le había dedicado tanto tiempo. Ha habido un proceso de investigación y muchas horas de trabajo detrás porque lo que no queríamos era meter algo mal metido por querer incorporar nuevas influencias. Este año hemos estado lejos de los escenarios pero hemos estado currando en el disco casi a diario.

- ¿Cuál es la canción de la que más orgulloso se siente?

- Aunque suene a respuesta de futbolista, de todo el disco. Realmente mis compañeros y yo estamos muy convencidos. Vemos el disco como un bloque, como un concepto. No hay relleno. Hemos trabajado todo en conjunto y confiamos en cada canción. Es verdad que se está perdiendo ese concepto de álbum. Estamos en un momento en el que la música se consume muy rápido y que prácticamente a la vez que una canción aparece, desaparece. Son casi todo canciones sueltas, listas de reproducción, de Youtube… Entonces nosotros seguimos creyendo como muchos otros grupos en el concepto de disco y en presentar un trabajo que se entienda suelto, pero que tenga más sentido si lo escuchas entero.

- Su single 'La inmensidad, dice que 'todos somos víctimas del miedo', ¿qué es lo que más vértigo les da en el mundo de la música?

- Yo no sabría separar el mundo de la música del mundo de la vida en general. Creo que esa canción habla de personas como nosotros, de cualquier edad, condición o procedencia con las que compartimos muchos sentimientos aunque vivamos en una sociedad que cada vez nos aisla más. La gente estudia o trabaja fuera de su ciudad, tiene que alejarse de su entorno e incluso ir a otros países, cada vez se comunica más por redes sociales que en persona… A pesar de que hay una corriente que nos aisla, seguimos compartiendo muchas emociones y sentimientos, y uno de ellos es ese miedo del que habla la canción. El miedo al futuro y la ansiedad por todas las posibilidades que hay en el futuro, buenas y malas, y por esa prisa. Habla de alguien que se está buscando a sí mismo y que busca encajar sin perder su identidad, que siente que quiere pertenecer a algo que va más allá de su existencia, pero no sabe muy bien cómo y dónde encontrar la respuesta.

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