La poeta Rosario de Gorostegui debuta en la narrativa breve

En total son 29 cuentos muy diferentes entre sí. «Cada uno tiene una voz muy diferente y los personajes no tienen nada que ver entre ellos», explica la autora que a veces elige a una niña como narradora, otras una persona mayor o un hombre. Tampoco se desarrollan en el mismo espacio, «algunos están situados en lugares interiores, como pueden ser un cine o una casa mientras que otros suceden en plena naturaleza» y a la hora de elegir un mensaje, tampoco hay un hilo común entre ellos. «Lo que sí pueden tener en común es que son historias que rayan el límite de lo real y tienen un punto de extravagancia», asegura Rosario de Gorostegui que estará acompañada en la presentación por Santiago Sobrino, autor de las ilustraciones «que ha hecho un trabajo maravilloso y ha pintado acuarelas para cada uno de los relatos», según destaca y de la pianista Marie Vida Obeid, que ya ha participado con su música en las presentaciones de algunos de sus poemarios.

En la nueva publicación reúne los cuentos que ha ido escribiendo desde finales de los años 80 hasta el año pasado y lo hace sin orden cronológico. Más bien es la extensión la que hace que los primeros sean narraciones más largas y que concluya con una serie de textos más próximos al microrrelato.

Para ella escribir estas narraciones la ha permitido jugar con un tiempo, unos personajes y una extensión que no le permite la poesía y no se ve escribiendo una novela. «No tengo vocación de narradora de larga extensión y me siento más cómoda en el relato corto».

¿Y qué más destaca del libro que hoy presenta? «Que tiene una lectura rápida, pero también se pude sacar mucho jugo y disfrutar en una lectura lenta y sorprenderse con los personajes».