El Roto: «Los políticos, con sus trucos y vanidades, no se merecen el espacio que ocupan en nuestras vidas»

Frente al pensamiento único y la imposición de lo banal, superficial y vulgar, sus creaciones son un aliento creativo e intelectual alternativo y una celebración de imágenes poéticas. La Torre de Don Borja organiza hoy un encuentro, 'Arte y humor gráfico', en el que conversarán el humorista gráfico y el poeta, ensayista y crítico Luis Alberto de Cuenca. Ambos creadores, que han sido reconocidos con los Premios Nacionales de Ilustración y Poesía, respectivamente, dialogarán sobre la obra de Rábago, tanto en su trabajo diario como en su trayectoria como pintor. La suya es una mirada higiénica que evita el hedor del poder y sus falacias y un hallazgo necesario que desata todas las vendas. Andrés Rábago, El Roto, antes Ops, siempre creador, retrata la realidad de forma mordaz, propone preguntas y desnuda ese territorio que pese a estar delante casi nunca vemos.

El artista (Madrid, 1947), historietista y humorista gráfico, Premio Nacional de Ilustración, autor entre otros libros de 'Camarón que se duerme (se lo lleva la corriente de opinión)', regresa a Cantabria, su segunda tierra donde pasa una parte del año. Hace cinco años expuso en Robayera, la veterana galería municipal de Miengo. Rábago que disecciona con maestría «la realidad desconcertante del mundo en que vivimos», distinguido por «su visión crítica, poética, aguda e inteligente», pintor ligado a la galería Siboney, inaugurará próximamente en el Prado (Claustro de los Jerónimos) una exposición de dibujos (El Roto) sobre Goya, que estará abierta hasta mediados de enero.

-¿Ahora, más que nunca, la sátira reclama su digno lugar como género y como eficaz instrumento de perfil de la realidad?

-Cualquier vehículo que sirva para aclararnos mínimamente las ideas resulta de suma utilidad en estos tiempos confusos.

-¿Qué sensaciones tiene cuando le dicen que una viñeta como la suya puede ser el editorial del día?

-La posición del dibujo en las páginas editoriales induce a equívocos, pero es un lugar ideal para introducir temas alternativos e imágenes poéticas.

-La cita en la Torre de Don Borja suena a que su trayectoria es ya canon para afrontar lo cotidiano...

-Es una invitación para recordar a dos grandes editores Jesús de Polanco y Pancho Pérez, ambos de estas tierras y que tuvieron un enorme significado en nuestra historia reciente. Además nos dará ocasión para escuchar a un poeta de gran sensibilidad y larga trayectoria, Luis Alberto de Cuenca, muy aficionado al cómic y a la imaginería popular.

-¿Andrés Rábago es carne de heterónimo?

-Es uno de los tres heterónimos con los que he intentado reflejar un mundo más complejo que el plano y empobrecido en el que el sistema de pensamiento vigente nos quiere recluir.

-Un debate que seguro saldrá a relucir este sábado..., entre el pintor y el humorista gráfico ¿hay más puntos en común que diferencias, o al contrario?

-Tengo la sensación de que, aun partiendo de conceptos de lo real bastante alejados, con el tiempo tienden a entenderse.

-¿Cuál es la prioridad del creador?

-Crecer. Algo que por lo demás también debería serlo de cualquier persona.

-¿La paradoja es que a veces una de sus viñetas puede ser mucho más trascendente que uno de sus cuadros?

-La trascendencia es un asunto complicado, depende mucho de la calidad del lector y del bagaje cultural del observador.

-Uno puede perfectamente ver su evolución pero el propio El Roto ,¿cómo define su estado, su presente y su proceso?

-Como le ocurre al Angel de la Historia de Walter Benjamin, si echas la vista atrás sólo ves cenizas.

-¿Dignidad es la palabra más necesaria hoy?

-Sin intención de ponernos estupendos, más que una palabra es una actitud, difícil de adquirir y fácil de perder. El miedo es su mortal enemigo.

-Tomo prestada una de sus últimas viñetas... «Los voto, no los voto, los voto, no los voto, los voto, no los voto...». Y la vida pasa...

-Y los políticos con sus trucos y vanidades, aún más rápido. No se merecen el espacio que ocupan en nuestra vidas.

-¿Cómo es el día a día en el trabajo de El Roto?

-Por la mañana la pintura, por la tarde el dibujo y un tiempo reservado para la lectura, las exposiciones y el cine.

-¿Toca resistencia y exilio interior, o caben otras sendas?

-La resistencia ya implica una cierta derrota, debemos imponer nuestra verdad, no a los demás sino a nosotros mismos.

-¿Busca zarandear, agitar, conmover? ¿Quizás todo a la vez sea el ideal?

-Sólo pretendo hacer mi trabajo con la mayor calidad posible.

-Ahora se habla mucho de los límites del humor pero, ¿eso es un oxímoron, no?

-Los únicos límites que concibo son los aplicables a cualquier forma de comunicación pública: no herir innecesariamente, y señalar la ignominia donde la veas.

-Dígame, ¿aún se puede creer en el ser humano?

-Por supuesto, pero comprendo que quizás los otros seres vivos con los que compartimos el planeta tengan una idea diferente sobre el asunto.

-¿Una viñeta perfecta es la que no envejece?

-El texto suele envejecer con relativa rapidez, el dibujo tiene un recorrido mayor, pero nada es eterno.

-¿Entre las palabras y el dibujo, el fuera de campo, reside la luz de sus creaciones?

-El fuera de campo es donde ocurren los hechos más interesantes.

-¿Hay que combatir el ojo vago y la estupidez?

-Prefiero limitarme a presentar una visión alternativa.

- «Si no podemos cambiar de horizonte, cambiemos de perspectiva». ¿Solo nos quedan recetas para la lucidez?

-No hay recetas, que cada cual ensaye su propia perspectiva.