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El escritor checo Frank Kafka posa ante el Kinsky Palace en la plaza de Praga. EFE/Archivo
Una forma de estar en la literatura

Una forma de estar en la literatura

Las cartas y sus obras emblemáticas no podían faltar. Pero el aniversario del autor de 'El proceso' también ha devuelto sus cuentos completos, sus aforismos y novelas inacabadas

Guillermo Balbona

Santander

Viernes, 2 de agosto 2024, 10:05

Más que un escritor, es un lugar en el mundo. Una visión, un Estado literario y muchos estados de ánimo, de mirarse por dentro y por fuera. El suyo, el de Frank Kafka, quizá sea un aniversario sin urgencias ni prioridades. Porque el autor checo, ... fallecido en junio de 1924, vertebra y recorre buena parte de los conceptos vitales y existenciales pero también puramemente sociales y políticos. Un legado no solo narrativo, sino de mirada sobre el mundo.De forma rotunda y clara lo expresa el escritor Andrés Neuman en el prólogo a la edición de los 'Cuentos completos': «Hoy la vigencia de Kafka sigue propiciando fenómenos inversos. No es tanto que su obra explique el tiempo que nos ha tocado resistir, sino que la realidad misma insiste en volverse cada vez más kafkiana, en una mímesis oscura como una cucaracha. Plagiando sus lógicas, el mundo abusa de Kafka». Lo cierto es que la paradoja envuelve la figura del escritor de 'El castillo' con el paso el tiempo. De la posible destrucción de su obra a la sucesión de descubrimientos y hallazgos que edifican la existencia de un autor total que combina géneros y cuya escritura abarca numerosos fragmentos de un mismo corpus: la radiografía psicológica, el retrato de la entraña social, allí donde el escritor revela los latidos verdaderos y esenciales del hombre del siglo XX. Escritor leído profusamente tras su muerte, uno de los autores más influyentes, abordó su carrera literaria en alemán, ya que pertenecía a la minoría germanoparlante de Bohemia, en aquel tiempo todavía bajo el dominio del Imperio Austrohúngaro. En 1912 publicó la antología 'Contemplación' y en 1915 vio la luz su obra más conocida, 'La transformación'. Kafka enfermó de tuberculosis y escribió muchos de sus cuentos mientras permanecía convaleciente. Tras varias bodas sin consumarse y debido a su delicado estado de salud, decidió mudarse a Berlín para concentrarse en su obra. Hace cien años, ese 1924, su salud se agravó y falleció el 3 de junio. Siempre conviene recordar, máxime en una celebración, que la mayor parte de la obra de Kafka permanecía inédita en el momento de su muerte. Poco antes de morir le encargó a su mejor amigo, Max Brod, que destruyera una maleta donde estaban todos sus textos. Sin embargo, y afortunadamente, decidió supervisar la publicación de su obra, que acabó por convertirse en un éxito internacional. La iniciativa de Páginas de espuma es una de las muchas que rodean este aniversario en el que ven la luz aforismos de Kafka ('Tú eres la tarea', en Acantilado); novelas ina acabadas; cartas, por supuesto, (a Kurt Wolff, en Ápeiron) al margen de las que le dieron fama; ediciones 'fieles', e incluss un cómic (de Nicolas Mahler, en Salamandra Graphic), entre otras publicaciones y recuperaciones.

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