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Una vida a contracorriente

Una vida a contracorriente

Poesía ·

Esta antología, cuya edición ha sido realizada por Alfredo Rodríguez, compila la producción poética de Miguel Sánchez-Ostiz desde sus inicios a la actualidad

Viernes, 25 de octubre 2024, 17:49

No cabe duda de que Miguel Sánchez-Ostiz (Pamplona, 1950) es más conocido en el mundo literario por su obra narrativa, integrada por más de una veintena de novelas, alguna de las cuales han tenido gran repercusión gracias, por ejemplo, al Premio Herralde de 1989 obtenido por 'La gran ilusión' y al Premio Nacional de la Crítica por 'No existe tal lugar' (1997), así como por ensayos, diarios y recopilaciones de artículos periodísticos, pero su poesía nos desmerece frente al aluvión de la prosa. Integrada por una docena de títulos, desde el temprano 'Pórtico de la fuga' de 1979, hasta el más reciente, 'Espuelas para qué os quiero', publicado en 2022, que mantienen una sólida cohesión en la forma de indagar sobre la realidad, como se puede constatar en 'Geografía de la ventura', antología preparada por el poeta Alfredo Rodríguez, quien toma el título de la selección de un poema perteneciente al libro 'Aquí se detienen' (1999), del que extraemos estos versos, muy representativos del tono que predomina en el conjunto: «La tarea de buscar en el aire un país, / de verdad propio, una nueva geografía […] / un lugar donde no sentirse ajeno, / extraño, / enemigo, / y donde ser por fuerza un extranjero / y a la vez un habitante del corazón del bosque, / un traidor y un peregrino / y sobre todo un hombre libre». A esa reivindicación de la libertad hace mención Alfredo Rodríguez cuando escribe: «Y siempre el orgullo de ser un escritor libre e independiente, pero con la rabia a cuestas del silenciado».

Geografía de la Ventura

  • Autor Miguel Sánchez-Ostiz

  • Editorial Bartleby

  • Páginas 172

  • Precio 15 euros

Siendo justos, basta con repasar la extensa bibliografía de Sánchez-Ostiz, y las editoriales en las que ha publicado gran parte de su obra narrativa, además de los premios recibidos, no nos parece que el autor haya sido silenciado. Otra cosa es la poesía que, ... como sabemos, sobrevive en los suburbios de la ciudad letrada. Pamiela, la editorial navarra, ha sido el sello en el que ha publicado prácticamente todos sus libros. Precisamente, yo descubrí al autor en uno de mis habituales viajes a Pamplona que hacía por entonces, en los años finales de la década de los ochenta, gracias al libro 'De un paseante solitario', que me llamó la atención por su hermosa portada y por las referencias rosseaunianas del título. Su contenido no defraudó y, desde entonces, me convertí en un lector asiduo tanto de su poesía como de su narrativa. «En los libros de poemas de Sánchez-Ostiz están presentes grandes nombres de la literatura universal ―Cavafis, Poe, Stevenson, Conrad, Seamos Heaney, Baudelaire…―, así como del cine, de la cultura, del arte del siglo XX sobre todo», afirma Rodríguez, y es que nuestro autor es un viajero impenitente por la historia de la literatura universal ―–no hay más que leer las citas que encabezan algunos de sus poemas–, un viajero inmóvil «que interroga constelaciones, / mapas de países desaparecidos, / raras historias naturales, / verdaderas relaciones / que nunca, nadie, quiso escuchar, / y engañosas mentiras ajenas…». En la mayor parte de sus poemas hay un tono que podríamos denominar jocoserio que logra trasmitir su irritación y su rabia hacia el mundo que le rodea, pero en el que no faltan la ironía y el sarcasmo, de esta forma el poeta minimiza daños y coloca al sujeto lírico, su 'alter ego', en una posición de ventaja respecto a los designios de la realidad. La conciencia de que, como decía Auden, el poema no cambia nada, no resta un ápice a la necesidad de denunciar aquellos referentes reales que, por mundanos, tanto han determinado sus condiciones de vida. Por otra parte, la narratividad de sus poemas no está muy lejos de su obra en prosa. Es su prosodia natural porque la linealidad discursiva se adecúa muy acertadamente a su manera de desvelar el misterio que toda existencia lleva en su seno, una existencia la del sujeto lírico por momentos atormentada, dolorida, pero nunca resignada o sumisa, como vemos en estos versos, a modo de 'auctoritas', del poema 'Acuérdate de estos años': «Acuérdate de sus acusaciones, / de su desinterés, de su arrogancia,/ de los malentendidos, de su desdén, / de todas esas humillaciones por inadvertencia, / convecinos, camaradas, compinches de andada […] / Acuérdate de estos días de zozobra, / del afecto o de ese amor que el pudor vela, / perdidos todos para siempre, / del fin de la juventud, / del dolor irremediable, del dolor a secas». Aunque la poesía sea también un género de ficción, lo que nos aconsejan estos versos carece de teatralidad. Hay en ellos mucha sinceridad, esa característica que Salinas elogiaba en la poesía. El personaje se ha quitado la máscara, si es que alguna vez la tuvo. Al fin y al cabo, «el mayor logro que pudieras conseguir», nos dice, es «olvidarte de ti mismo». Esta necesaria antología, 'Geografía de la ventura', nos acerca a un universo poético en el que la palabra escrita, el poema, es más que el instrumento de una confesión, un arma arrojadiza.

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