La Torre de Don Borja, que cumple cinco años, se consolida como referente cultural

La Torre de Don Borja es un proyecto singular, con una personalidad muy definida, en el que se entremezclan el arte contemporáneo español, los libros, la historia y la arquitectura. Una de las señas de identidad del proyecto pasa por la manera en la que puede ser visitado: «Siempre se recorre de forma acompañada por un trabajador del centro y, en todas las ocasiones, en grupos pequeños y con calma, algo como un oasis en medio de las conglomeraciones y las urgencias propias del verano». Díez añade que «se da la paradoja de que Santillana puede estar en esta época lleno de turistas, pero, una vez que se accede al edificio, el barullo desaparece y es como estar en un paréntesis, porque la Torre es siempre un espacio muy tranquilo y silencioso, que se recorre sin prisas y en compañía de pocos». Cada visita implica una charla durante casi hora media, mientras se conocen las exposiciones, bibliotecas, el jardín o los salones históricos.

El proyecto da continuidad al legado de Jesús Polanco y Pancho Pérez González, que adquirieron el edificio a finales de los setenta para convertirlo en sede de la Fundación Santillana. Esa etapa se prolongó durante treinta años, hasta el fallecimiento de los dos empresarios y amigos. Tras unos años en los que el edificio fue cedido al Ayuntamiento, en 2018 la Torre fue adquirida a la Fundación por las familias Polanco y Pérez Arauna que, tras una rehabilitación, dieron una segunda vida al espacio El proyecto actual se inauguró en julio de 2019, con la presencia del ministro de cultura José Guirao, fallecido en 2022. Tras cinco años de actividad, la Torre de Don Borja, que ha aparecido siempre entre los proyectos más destacados del Observatorio de la Cultura, se ha consolidado como un espacio cultural a pesar de no estar situado en Santander. Marcos Díez matiza que «no somos un proyecto cultural que venda entradas, somos anfitriones e invitamos a quienes nos quieran conocer a entrar en nuestra casa, catalogada como Bien de Interés Cultural».

La programación se articula a partir de las exposiciones de arte contemporáneo y los encuentros con creadores, actividades a las que se suman otras iniciativas a lo largo del año para enseñar el edificio de una manera distinta, mediante lecturas dramatizadas o visitas nocturnas. Este verano la exposición temporal, titulada' Artefactos', se centra en la evolución experimentada por la escultura y a la riqueza y variedad de sus lenguajes expresivos. Una treintena de piezas, cada una de un creador español distinto, ocupan cuatro salas, a modo de bosque escultórico en el que lo singular es la diversidad. La exposición se inauguró el pasado mes de junio. Equipo Crónica, Francisco Leiro, Vicky Civera, Teresa Solar, June Crespo, Joan Brossa, Blanca Muñoz, entre otros, forman parte de esta muestra que se nutre con fondos de la Colección Rucandio, de la familia Polanco.

'Artefactos' convive con 'El Bosque', cita temporal de Alberto Odériz, arquitecto y escultor navarro cuyo proyecto fue seleccionado dentro de la convocatoria A8 que promueve esta institución. A estas dos exposiciones se suma la muestra permanente, constituida a partir de fondos de la Colección Rucandio y que cuenta con obra de artistas como María Blanchard, Jaume Plensa, Juan Genovés, Rafael Canogar o Juan Muñoz, entre otros muchos. El centro, que acoge también los fondos de la Biblioteca Iberoamericana de Pancho Pérez González y la Biblioteca histórica de la Infanta Paz, complementa sus exposiciones con una programación anual de encuentros con creadores.

Dadas las características del centro, se recomienda reservar la visita con antelación llamando al 699265469 o escribiendo a contacto@torrededonborja.es