Punk

Metafóricamente, esta recomendable propuesta inspirada en hechos reales, donde hay desnudos y apología controlada de las drogas, se ha estrenado en Disney +, donde ya no hacen ascos a los bajos instintos del ser humano con tal de hacer caja. Los tiempos han cambiado y no sabemos hacia dónde van. Dirigida por Danny Boyle, el director de la referencial 'Trainspotting', hay sugestivas decisiones estéticas y el casting se antoja (casi) perfecto. Emocionante, especialmente para quien recuerde aquella época, la utilización de imágenes de archivo, la recreación de los conciertos originales, la descripción de los personajes y el despliegue de anécdotas nutren un estimable espectáculo de entretenimiento atravesado por un fuerte sentimiento de melancolía.

Retrato de una época, 'Pistol' subraya al espectador entregado que nunca pasará nada igual, tal y como funciona el mundo en la actualidad. El espíritu punk, visto en la distancia, es un muerto viviente. Solo hay que leer estos días a Johnny Rotten, el cantante de Sex Pistols, para aceptar la domesticación de la sociedad: dando el pésame en Twitter por el fallecimiento de la monarca, como si nunca hubiera cantado desde las tripas «Dios salve a la reina, ella no es un ser humano, no hay futuro», mientras ofrece la venta de NFTs.