Secciones
Servicios
Destacamos
Ama la pintura desde muy pequeña. Sus primeros cuadernos están llenos de dibujos y colores. Claudia Iza (Jaen, 1966) arrastra esta pasión allá donde va: Córdoba, Bilbao, Madrid y ahora Santander. Ha viajado y ha vivido en muchas ciudades, ahora en Santander. Estudió ... Bellas Artes en la Universidad de Granada y comenzó a dar clases en institutos, sin plaza fija. Con la crisis llegaron los problemas y una mañana cogió su Peugeut, cargó sus pinceles y lienzos, algo de ropa y mantas, y viajó rumbo a Cantabria. Su primer encuentro con esta autonomía fue con San Vicente de la Barquera.
Días después llegó a Santander, al Paseo Menéndez Pelayo. Allí se instaló y, gracias a una amiga, comenzó a dar clases de pintura en una floristería. «Me dejó una pequeña oficina» y fue el comienzo de una gran amistad. Después, aprendió diseño creativo por ordenador y, poco a poco, sus alumnos fueron a más.
Los comienzos fueron duros para Claudia Iza y es que ser tu propio jefe, está bien, pero con matices. Hoy presume de sus más de treinta alumnos y el trabajo que desarrolla con ellos. ¿La clave? confiar en tus habilidades. «Si te gustas a ti mismo, gustas a los demás», señala quien abrió su primera escuela en la calle Lealtad y ahora ha ampliado sus instalaciones en la calle Eduardo Benot de Santander. Su metodología es la misma para todos los alumnos. Los hay de todas las edades y de todas las particularidades. Unos prefieren el óleo, otros la acuarela o el carboncillo; hay niños hiperactivos, incluso en alguna ocasión un autista. La primera norma es crear un grupo diverso, mezclar niños, jóvenes y adultos, gente de cinco años con señores de sesenta. Aprenden, comparten, se enseñan unos a otros. «Se trata de aprender y disfrutar, mostrar tus emociones y comunicar», remarca Iza. Y es que la pintura, la danza o el teatro son una excelente herramienta de comunicación que favorece la integración de las personas. El arte puede ser entendido como terapia o como educación artística y uno de los principales beneficios de la terapia artística es la relacionada con la parte emocional. Otro aspecto importante es que la pintura ayuda a estimular los perfiles creativos de cada individuo y posibilita la interacción cuando trabajan en proyectos conjuntos.
Dar clase está bien, pero a ella le faltaba algo: pintar. Es lo que siempre ha hecho y volvió a pintar. Claudia Iza recuerda sus primeros dibujos, siendo muy niña. «En el colegio ganaba todos los concursos, también en el instituto. No podía ser otra cosa que artista, pintora», señala. «Ha sido mi forma de comunicarme con el mundo y mi manera de expresarme, a través del dibujo, la línea y el color», reconoce quien piensa que pintar es «hablar, tranquilidad, disfrutar de la vida, observar la naturaleza y, por supuesto, dialogar con ella».
«Cuando pinto, dibujo líneas o coloreo. Es mi forma de decir yo estoy aquí». Es difícil explicar lo que significa la pintura para ella, pero sabe que es algo de lo que no puede prescindir. Con 21 años protagonizó su primera exposición. Cuando piensa en esa exposición lo hace con satisfacción y una sensación de extrañeza: «Cuando miré mi trabajo fue como verte frente a un espejo». Eso es lo que siente cuando mira sus cuadros colgados en las paredes.
Claudia Iza se considera una persona muy curiosa, como todo artista, que ha evolucionado en el arte igual que en la vida. Su primera etapa fue abstracta, pintaba con tinta china. Después pasó por el retrato y la acuarela y ahora pinta paisajes pero sin perder esa pincelada suya expresionista y abstracta. En su estudio cuelgan marinas, cielos donde predominan los azules y los rosas, playas... Son paisajes de Santander con los que se puede encontrar cualquier ciudadano. Ella se inspira en Cantabria. Le gusta pasear y observar. Mira hacia el cielo y cuando llega a casa lo plasma en un lienzo. Y es que reconoce que «la luz de Santander es muy bonita y consigue crear una bella atmósfera que te acompaña en los paseos».
Iza defiende el arte como aquello que te emociona cuando lo miras. Lo primero es la emotividad, «pintar desde el corazón para llegar al corazón de quien mira tu obra». Y es que dibujar y pintar es un estado mental. No hay que olvidar que quien dibuja y pinta es el cerebro. Su trabajo se expone hasta el viernes, en la galería Inder Espacio. También ha protagonizado dos exposiciones en el Aula de Cultura de El Diario Montañés y confía en volver a hacerlo este año. Y pronto abrirá una tienda online donde ver y vender su trabajo. Y, por si fuera poco, imparte talleres de pintura, dos al mes, en la Libreria Gil de Santander. Iza no quiere terminar la entrevista sin decir una frase que resume su vida y su trabajo: «La creatividad es un potente recurso para canalizar emociones y aptitudes, siempre desde la actitud positiva y la motivación».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.