Dos cántabros en lo más alto del podio nacional

No por esperado, el cuarto oro de Carlos Tobalina (Castro Urdiales, 1985) en el Campeonato de España se celebró menos. El lanzador del Barça cerró su calendario de pista cubierta con su mejor marca de la temporada gracias a un lanzamiento de 19,67 metros.

–En la nueva normalidad, Carlos Tobalina sigue ganando.

–Lo primero es agradecer a la Federación Española su capacidad para organizar este campeonato. Es cierto que, al final, para los atletas que no haya publico es un poco perjudicial y al haber pocas pruebas en pista, estamos más alejados de ese ambiente que suele haber en los pabellones.

–¿Hubo muchos problemas para en la organización de pruebas?

–Se han dejado de hacer varias competiciones. Por ejemplo, en el caso de las pruebas internacionales, que son las que a mí, particularmente, más me atañen.

–Entonces, ¿este oro salva un poco la temporada en pista cubierta?

–No llegaba al campeonato con la seguridad de otros años, ya que en las anteriores pruebas del calendario no me había ido muy bien. Así todo, desde el calentamiento vi que era una posibilidad y en la competición lo hice posible. Podía haber ido mejor, pero al final he sido muy regular.

–Le ha quedado una temporada para celebrar.

–La valoro positivamente solo por el mero hecho de la medalla de oro. Podemos decir que es un aprobado, pero no una nota alta. Mis objetivos eran otros, pero no he sido capaz de competir como estaba entrenando, así que he lanzado menos de lo esperado. Me voy con el sabor agridulce de no haber tirado los 20 metros.

–¿Se notó la disminución de pruebas en su rendimiento?

–Este año no he competido fuera, pero no es cuestión de que afecte. Si enlazas cuatro o cinco competiciones buenas, ganas en seguridad. En mi caso, solo tuve cuatro, así que llegaba con algunas dudas al Campeonato de España.

–Y ahora ¿qué planes tiene tras cerrar la temporada de pista cubierta?

–Seguro no hay nada porque dependemos todos de la situación Covid. En principio, hay un par de pruebas que tengo como objetivo: la Copa de Naciones por selecciones que se hace en Bielorrusia, que sería ir con la selección española, y, después, uno de los principales de cara al verano, los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. La idea es competir todo lo que se pueda para hacer la mínima (21.10 metros) o si no acceder a través del sistema de ranking.

–¿Cómo se accede a esa clasificación?

–Hay que estar entre los 32 primeros para poder ir a Tokio. En cada competición sacamos una serie de puntos. Yo creo que con una media de 1.200 se puede ir a los Juegos.

–¿Cómo es el atletismo con las restricciones actuales?

–Al final llevar mascarilla no se hace tan duro y te permiten quitártela a la hora de lanzar. Lo que más puedes añorar es dar un abrazo a un compañero, pero sin duda, lo que más echo de menos es no tener a la familia animándome en la grada, no sentir ese calor. Estoy muy orgulloso de esa gente que me apoya en cada lanzamiento.

David Bolado (Santander, 1992), el atleta cántabro del Numantino, añadió a su palmarés el segundo título de campeón de España de altura en pista cubierta –tercer metal nacional absoluto de su carrera, ya que también tiene una plata– como broche final de la temporada bajo techo.

–¿Objetivo cumplido?

–Lo cierto es que a principio del año me fue bastante regular, pero cuando llegó el momento de arrancar la temporada ya empecé con un 2.16 en la competición inaugural. Es la primera vez en mi carrera que salto tanto en el inicio de la campaña. De cara al Campeonato de España, mis entrenamientos iban bien y sabía que si saltaba los 2.15 o 2.17 tenía posibilidades del otro.

–Entonces los planes salieron bien.

–Me esperaba saltar algo más porque llegaba en un buen estado de forma. Llegué con la idea de alcanzar los 2.18 o 2.20, pero tras el primer salto y ver que los rivales se quedaban un poco atrás ya, me faltó la concentración y no lo hice.

–Es para estar satisfecho.

–Sobre todo agradecido a los que han estado en los años duros que hemos tenido porque no salían las cosas –hay una diferencia de siete años entre su primer y segundo título nacional–. Entonces estaban conmigo mi entrenador –Ramón Torralbo–, mi familia y mis compañeros de entrenamientos y aquí siguen. Nunca dejaron de apoyarme.

–Y el resto de la temporada de pista cubierta ¿Qué tal fue?

–Solo hice tres competiciones que era lo que tenía planeado. Empecé aquí en Santander con el primer control y, ya después, fui a la Copa RFEA con el Atletismo Numantino. El objetivo era que el equipo alcanzase el podio a nivel de club y quedamos terceros. En mi caso, quedé segundo empatado con el primero, así que puede decirse que todos lo hicimos bien. Y después ya fue el Campeonato de España. La temporada se ha hecho muy corta, pero en todas las competiciones estuve por encima de los 2.13, así que más no puedo pedir.

–Ahora descanso y a por la pista al aire libre ¿no?

–Igual una semana de descanso o así, pero luego hay que empezar a preparar la temporada de aire libre que es más larga y con rivales duros.

–¿Qué le espera en el horizonte?

–Tengo clavada la espina del aire libre y espero que eso cambie ahora. Siempre se me dio mejor la pista cubierta y espero que este año vaya bien.

–¿Cómo plantea los meses que quedan hasta entonces?

–Empezaremos con una carga de entrenamiento fuerte para ir aflojando después de cara al inicio de la competición. Haremos un poco de 'semipretemporada' y más tarde iremos afinando porque llegas con el trabajo acumulado de la pista cubierta y eso también sirve de base.

–¿Qué objetivos tiene?

–Seguir entrenando igual de bien y colgarme una medalla en el Campeonato de España al aire libre. Tengo tres absolutas en pista cubierta –dos oros y una plata– y quiero asumir este reto. Además, aproximarme a mi marca personal –2.21– así que solo queda trabajar para el arranque de las ligas en mayo y el Nacional de junio.

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