Carlos Tobalina es de oro

La de ayer fue una final de alta tensión, pero el cántabro no tuvo rival y demostró un dominio absoluto desde el primer lanzamiento, cuando su inconfundible silueta se aupó como la de una coloso y catapultó la pesada bola, que casi tenía escondida en su poblada barba, a 18.89 metros. Su segunda tentativa fue a su vez su mejor tiro y el que le dio el oro. Con un latigazo espectacular, mandó la bola de hierro fundido a unos excelentes 20.26 metros, que se convirtieron en la mejor marca española del año. La verdad es que Tobalina hubiera ganado con cualquiera de sus lanzamientos. El discípulo de Víctor Rubio encadenó después cuatro buenos tiros por encima de 19 metros, el mejor de ellos de 19.80 en el quinto lanzamiento.

Por detrás del cántabro, con la medalla de plata, se situó el balear José Ángel Pinedo, que este año había pasado de 19 metros y que esta vez se tuvo que conformar con 18.65. Pinedo tuvo que superar los 18.40 iniciales del gaditano Antonio Santana, que le dieron el bronce y que suponen mejor marca personal.

Lo que ocurrió ayer sobre la pista no sorprendió a nadie. O a casi nadie al menos. Tobalina ya había ganado el nacional el año pasado y era el máximo favorito a revalidar el título. Por no hablar de que ya se había alzado con el oro en las ediciones 2016, 2017 y 2019. Prácticamente una apuesta sobre seguro.

El prodigioso lanzador, con un portentoso físico de 1.87 de altura y 127 kilos, ya llevaba tiempo amenazando con un lanzamiento como el que le ha dado este último Campeonato de España. El año pasado, en la edición de 2021, su tiro llegó a hasta los 19.67 metros y aquella fue su mejor marca de la temporada. Ahora, con fuerzas y ánimos renovados, Tobalina no ha perdido la oportunidad de rebasar la barrera de los 20 metros con un lanzamiento que hizo saltar la banca en la final. Y que además puede que le sirviera de catarsis.

Y es que el castreño el año pasado tuvo que decir adiós a su sueño y de forma un tanto agridulce. Tobalina se quedó sin poder acudir a los Juegos de Tokio, algo que llevaba persiguiendo con ahínco. A pesar de ganar el Campeonato de España de peso en Getafe en 2021, el lanzador castreño no pudo participar en los Juegos Olímpicos; y eso que no hay ningún lanzador dentro de las fronteras nacionales que le haga sombra.

Tobalina se jugaba el año pasado sus opciones de conseguir la mínima exigida (21,10 metros) para Tokio, una marca que hubieran supuesto los segundos para el atleta cántabro tras los de Río de Janeiro 2016. Lo intentó en Salamanca, después en la final de la Liga de Clubes, en un control de lanzamientos en León y el último cartucho lo quemó en el Campeonato de España, pero las esperanzas del castreño se esfumaron. Él mismo confesó entonces que eso le produjo una «rabia contenida porque la marca podía haber sido mucho mejor». Ahora tiene por delante otros retos. Ha superado con éxito el primero y ya se ha llevado su quinto nacional. Posa sus ojos en el Mundial, que este año tiene una mínima muy complicada con 21.10 metros. El primer paso ya lo ha dado traspasando la barrera de los 20 metros. Aunque más cerca aún tras su actuación de hoy le queda la del Europeo, a 20.85 metros. El cántabro tiene nuevos planes e idénticas estrategias: disciplina, tesón, trabajo constante y una buena dosis de ilusión, y ¿por qué no?, también un poco de cabezonería.