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Ruth Beitia ya está clasificada para la final de altura del Campeonato del Mundo de Londres, que se ha disputado esta tarde en el estadio olímpico de la capital inglesa. La campeona olímpica cántabra ha conseguido pasar el corte tras saltar 1,92 metros, ... algo que solo han logrado 12 saltadoras, por lo que todas ellas pasan directamente a la gran final sin haber tenido que intentar saltar 1,94.
La santanderina saltó de forma limpia y en el primer intento las alturas de 1,80, 1,85 y 1,89 metros. En el 1,92 tuvo más problemas y se fue hasta el tercer intento para conseguir superar el listón, pero el objetivo de estar en la final tras una temporada muy irregular marcada por las lesiones está conseguido, aunque sea con la peor clasificación de las 12 finalistas. Los problemas en el psoas y un hombro -el derecho, con el que cae al listón un diestro- machacado son algunos de los problemas físicos que han torturado por primera vez a una cántabra que hasta ahora había librado bien las lesiones.
Por trigésima vez en 36 ocasiones a lo largo de su dilatada carrera, la cántabra peleará por las medallas, con las mejores de su disciplina. Unas saltadoras, eso sí, que ahora ve desde la distancia. De entre las doce clasificadas, sólo la alemana Marie-Laurence Jungfleisch necesitó tantas oportunidades para pasar el 1.92 como Beitia, lejos del concurso inmaculado de las favoritas Maria Latsitskene y Yuliia Levchenko. Ocurra lo que ocurra el sábado, seguirá siendo una campeona.
Ahora el objetivo de Beitia es la final del sábado (20.05 horas, hora española). El ranking de las mejores del año dice que las saltadoras que preceden a Beitia se mueven hasta los 1,99 metros que atesora la jovencísima norteamericana Vashti Cunningham (19 años). Eso, entre las 'humanas'. Porque salvo hecatombe bíblica, el oro de Londres tiene dueña. Las once mejores marcas de la temporada son las de la rusa Mariya Lasitskene -antes Mariya Kuchina- que en Londres compite como atleta neutral por la sanción que la IAFF ha impuesto a Rusia por dopaje. La más baja, dos metros. La mejor, unos casi irreales 2,06. «Está en otra esfera», reconoce Beitia. «Pero las demás están ahí. Creo que con 1,98 se podría luchar por las medallas».
Tras el concurso, la atleta santanderina mostró su satisfacción por estar en "otra final". "Qué más puedo pedir. Estoy feliz. Y ahora, a luchar por el puesto que me toque", avanzó pensando ya en este sábado. Ruth Habló de los intentos de la califiación y manifestó que el primero en 1,92 "ha sido desastroso, pero los dos últimos han estado muy bien".
Ruth Beitia confiesa que ha llegado a esta calificación sin muchas esperanzas puestas en pasar a la final. "Parecía una júnior. A ver si en la final doy lo mejor de mí". De todas maneras añadió que tras la calificación se han disipado algunas de sus dudas. "He despejado que me encuentro bien, y que he entrado más rápido al liston. Quedan dos días para trabajar el entrenamiento mental y la visualización del salto", señaló.
Para finalizar Beitia destacó que "la vida ha sido muy generosa conmigo. El atletismo me ha dado algo increíble en estos últimos cinco años. Dije que si volvía al atletismo era para estar en todas las finales y por el momento así es". También quiso dar las gracias "a todo mi equipo y a mi familia. Han estado ahí, levantándome el ánimo. La final va a ir por ellos", concluyó.
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