Jacobo Cuétara, el elegido para sustituir a Álex Mozas en el Bathco

Los fronterizos anunciaron ya en noviembre, cuando alcanzó el acuerdo definitivo con Mozas, que Cuétara no iba a continuar en su disciplina. Se confirma así un cambio de cromos ya acordado desde hace al menos un mes con el que se abrirá una nueva etapa en el conjunto naranja.

Jacobo Cuétara (Ribadesella, 19 de marzo de 1980) acumula a sus 43 años una amplia experiencia en los banquillos tras entrenar al Ademar León. Después de una primera etapa con los leoneses en División de Honor Plata, debutó en la Liga Asobal en 2013 como técnico del Villa de Aranda, en el que permaneció tres temporadas. En verano de 2016 comenzó una nueva andadura en el Bidasoa que le ha convertido en un clásico de Artaleku: ocho temporadas ininterrumpidas en el banquillo irundarra, que concluirán cuando este verano haga las maletas para afrontar el reto de dirigir a los naranjas. Ya en noviembre los guipuzcoanos anunciaron que su entrenador no seguiría el próximo curso, y aunque no se ha confirmado de modo oficial, el asturiano ya tiene, salvo sorpresa, destino.

El trueque termina también con una larga etapa en el Vicente Trueba. Álex Mozas llegó al Balonmano Torrelavega, que aún no contaba con el patrocinio de Bathco, en 2018 para sustituir a Diego Soto con un objetivo muy claro a medio plazo: el ascenso a Asobal. Tras una primera temporada de crecimiento y una segunda en que se quedó cerca del objetivo, el club ascendió en 2021, convirtiéndose así en el cuarto equipo cántabro en militar en la máxima categoría del balonmano español tras Clubasa, Teka y Sinfín.

Ahora pone fin a una etapa de seis años que ya barruntaba, según asegura en su carta de despedida, desde hacer muchos meses. «La decisión, aunque muy dura, es muy meditada y me ronda en la cabeza desde el inicio de la pretemporada, en el que he sentido un desgaste muy importante y la incesante sensación de que había llegado el siempre inevitable fin de ciclo», señala el técnico madrileño en la carta de despedida hecha pública conjuntamente con el club.

«Una de las mayores virtudes de este club es su ambición y deseo por crecer, algo que comparto como un valor que mueve mi vida, y estoy convencido de que este proceso lo tiene que liderar otra persona», señala el madrileño en su despedida.

Le resta, sin embargo, concluir la segunda vuelta de la competición, puesto que el doble relevo se producirá ya en la temporada 24-25, cuando entrarán en vigor los compromisos que ambos técnicos han alcanzado con sus nuevas formaciones. «Nos quedan por delante cinco meses y muchos partidos para seguir disfrutando y haciendo historia. Habrá tiempo para despedirse y, sobre todo, para que agradezca por estos seis años, que han sido los mejores de mi vida».