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En La Albericia solo queda agarrarse a la esperanza. Para que los números le cuadren al Blendio Sinfín hay que hacer, casi, un acto de fe si se tiene en cuenta el calendario que le espera a los santanderinos que dirige Rubén Garabaya en ... las siete jornadas de Liga Asobal que restan para finalizar el curso y colgar la última semana de mayo el cartel de cerrado por vacaciones en el pabellón. De momento, lo único seguro es que faltan siete partidos y los de negro todavía tienen que medirse a varios equipos que tienen abiertas sus opciones de ir a Europa vía la competición doméstica, un derbi cántabro y a la todopoderosa galaxia del Barcelona que ya de salida te deja con el cero en el casillero.
Mientras unos hacen cuentas y sus calculadoras echan humo, otros apelan a la épica y la historia reciente del Blendio Sinfín. En la eterna disputa entre ciencia y creencia, los de Rubén Garabaya recurren al espíritu de Guadalajara. No hay que ir muy atrás en la hemeroteca, solo hace falta retroceder hasta el 3 de junio de 2023. Última jornada de Asobal, santanderinos y alcarreños se medían en un duelo en el que se jugaban la permanencia. El ganador seguía en la élite del balonmano español; el perdedor caía a División de Honor Plata.
Al final, una diferencia mínima tras un partido de infarto (22-23) permitió al Blendio Sinfín, que llegó al final de la primera parte de la competición con seis puntos, cerrar la temporada con una segunda vuelta en la que amarraron 22 puntos y finalizaron duodécimos. La temporada de debut como entrenador principal de Rubén Garabaya en los banquillos tuvo un punto final no apto para todos los públicos, pero sí muy celebrado.
En este nuevo curso, desde el regreso a la competición el pasado febrero, los números no son tan brillantes. Los sinfinistas llegaron con cuatro puntos al parón navideño, fruto de una victoria y dos empates. Desde entonces hasta ahora, la crisis de juego y resultados se ha agravado.
Ahora mismo la salvación en Asobal la marca el Rebi Cuenca, con 18 puntos. Los de Lidio Jiménez ocupan la decimotercera plaza de los quince puestos de la clasificación. Por debajo de los conquenses está Frigoríficos Morrazo Cangas, que con catorce ocupa el puesto de promoción de descenso, y los dos condenados a la pérdida directa de la categoría: Blendio Sinfín –siete puntos– y Puerto Sagunto –cinco puntos–.
Con los siete partidos que restan, todavía hay 14 en juego, así que agarrarse a las matemáticas es viable y hacer cábalas es la conversación más recurrente desde hace jornadas en las gradas de La Albericia y alrededores. Lo cierto es que a los de Rubén Garabaya solo les quedan finales y la necesidad apremiante de mejorar sus números, que cuentan con una victoria ante Nava (40-33) y un empate con Helvetia Anaitasuna (27-27) más de lo que tenían en diciembre. Así que desde la quincena inicial de febrero –jornadas 17 y 18– el Blendio Sinfín no puntúa.
El colista de Asobal, con cinco puntos, es la mejor baza para retomar las victorias
Los de Jacobo Cuétara quieren amarrar el subcampeonato cuanto antes.
La visita de la galaxia azulgrana a la capital cántabra llega en el peor momento.
El derbi cántabro es un monólogo naranja en la historia reciente de Asobal.
Los de David Pisonero, con 21 puntos, navegan por la zona tranquila.
Los riojanos están involucrados con varios equipos más por acceder a Europa.
Si hay opciones de permanencia, los andaluces ya no se jugarán nada.
La primera oportunidad de retomar el camino de la victoria y la forma más rápida de añadir puntos a su casillero es ganar al Puerto Sagunto (domingo, 17.30 horas). El colista llega a La Albericia y es la mejor opción de los hombres que dirige Rubén Garabaya para reencontrarse después de cinco jornadas con un triunfo o, ya puestos, un empate. La clave es ir arañando puntos antes de subir un puerto de montaña de primera categoría: Bidasoa, Barcelona y el derbi cántabro ante el Bathco Torrelavega esperan en el camino durante un mes de abril que resulta determinante para las aspiraciones del Blendio Sinfín.
Así que mientras los santanderinos se centran en acumular buenos resultados, tendrán que mirar de reojo a los gallegos de Cangas, ya que la opción más viable es alcanzar la permanencia por el camino largo. Es decir, esquivar los dos últimos puestos de la clasificación que descienden directamente y jugar contra un equipo de Plata una eliminatoria a doble partido por la plaza de la Liga Asobal.
Los de negro tendrán enfrente al primer gran escollo, un Bidasoa que está inmerso en la lucha por el subcampeonato con el Fraikin Granollers. Después llega el Barcelona, que no deja de ser un mero trámite que cumplir dos veces por temporada y este mes acabará con la visita al Vicente Trueba donde, a pesar de la irregular campaña del Bathco, los derbis cántabros siempre acaban tiñendose de naranja.
Superado ese triple reto, llegan aguas relativamente más calmadas o al menos no tan bravas. Recoletas Valladolid y Puente Genil navegan por la zona teóricamente tranquila y no parece que se vayan a complicar la existencia de aquí a final de temporada. El Ciudad de Logroño es otra historia. Los riojanos pugnan por entrar en Europa vía Liga, así que el duelo se presupone encarnizado para seguir otro curso en Asobal.
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