Israel Marín: «Esta victoria supone un cambio de mentalidad»

-Victorias como la de O Gatañal valen más que dos puntos.

-Totalmente. Es un antes y un después. Ganar en uno de los pabellones más complicados de Asobal supone un cambio de mentalidad en todos nosotros. Llevábamos semanas en que nos afectaba ver que no acababan de salir las cosas en la pista y estábamos cabizbajos.

-Seis jornadas acumulando tensión son demasiadas.

-Se genera mucha frustraciónb sobre todo por la forma en la que ha sido. Menos en el partido contra Ademar León, en el resto siempre hemos tenido rachas de jugar bien, de ir por delante en el marcador, pero nos remontaban siempre en la segunda parte. Es difícil pensar que se podían haber ganado varios partidos y que los pierdes en la última parte sin saber muy bien qué pasa.

-¿Se les hizo largo?

-Larguísimo. A partir de la tercera jornada sobre todo. Éramos conscientes de que tenía que llegar, porque había mucho trabajo detrás, pero hasta que lo ha hecho vivimos semanas con un ambiente que se iba tensando cada partido.

-Tardó, pero acabaron encontrando la solución.

-Mi compañero Marcos Aguilella lo describía muy bien. Éramos como un globo que a los veinte minutos se pinchaba. Había que revertir esa situación y más ahora que enlazábamos en el calendario tres rivales directos en la permanencia como es el caso de Frigoríficos Morrazo, contra el que acabamos de jugar, Bada Huesca y Puerto Sagunto.

-Esa es una lectura añadida. Ganar a Cangas es hacerlo también a un equipo con el mismo objetivo en un calendario que enlaza varios partidos contra rivales directos por mantenerse.

-Sí, sí. No sólo es sumar los dos puntos y dejar atrás las dudas y la inseguridad. Es ganar a un equipo de tu Liga y afrontar los otros que vienen por delante con otros dos rivales que también forman parte de ella. Ahora mismo hay mucha igualdad y, quitando a los dos o tres dominadores claros, el resto lo mismo puedes quedar quinto que decimotercero. Con esta victoria hemos demostrado que sí podemos luchar otro año más por estar en Asobal.

-Pero, ¿qué se cambio? ¿cuál fue la tecla que se tocó?

-A Cangas fuimos el día antes, así que el hecho de hacer piña y de estar juntos ayuda. Además, veníamos de las charlas con Servando Revuelta -presidente del Blendio Sinfín- y del entrenador -Rubén Garabaya-, que fueron duras, pero que te ayudan a pensar y te dan perspectiva. Enfrentarse a las situaciones es importante y hacerlo con el foco en el lugar correcto, también.

-Al triunfo del equipo se suma su debut como titular ¿Cómo se fraguó ese estreno bajo el arco desde el inicio?

-Lo venía intuyendo durante toda la semana, porque cuando hablé con Ernesto Sánchez -su compañero bajo los palos del Sinfín- después de Ademar, me dijo que estudiase bien el vídeo.

-Le metió horas, visto el resultado. ¿Sabía por dónde iba a lanzar Mario Dorado el penalti?

-Empecé con muchos nervios, ¿eh? Hasta que paré la primera y me los quité. Lo del último penalti sí es verdad que hay una misma acción de un partido anterior que lanzó Dorado, así que sabía que cabía la opción de que fuera abajo y al lado. Me dije: 'Si lo manda por ahí, no va a entrar'. En este partido he parado muchas por intuición y por la defensa, pero también por las horas que le he metido a los vídeos.