![Camargo y Riotuerto recuperan la sonrisa tras dos derrotas](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/03/31/93077996.jpg)
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El vigente campeón de la División de Honor volvió ayer a la senda de la victoria después de ganar a Casa Sampedro por 0-4. Fue la apertura de una jornada en la que además Riotuerto se impuso a Sobarzo por 4-2 y Comillas hizo lo propio y por el mismo marcador a Pontejos.
La sesión dominical se abrió con un partido caliente, en el que Casa Sampedro aterrizaba tras dos victorias en tres partidos, mientras que Camargo lo hacía en plena crisis de juego y resultados después de caer en Maliaño ante Borbolla y Andros en dos duelos de diferentes sensaciones, pero de similar resultado. El campeón llegaba contra las cuerdas a un partido en el que vieron brotes verdes a la mano, lado al que se apuntaron el 0-1 con una buena tirada y el tercer parcial tras birlar 37 palos. El resto del encuentro fue una lucha por la supervivencia desde los veinte metros, con la raya máxima y el emboque asomando al pulgar en la que, a trancas y barrancas, los camargueses fueron mejores a la hora de apuntar al cachi.
En crisis llegaba al partido de ayer también Riotuerto, sobre todo porque su juego se había difuminado ante J. Cuesta en la tarde de Viernes Santo. Los cañoneros recibían a Sobarzo, un choque con tintes de rivalidad que se decidió en los dos últimos parciales y que acabó con victoria local después de un intenso último chico en el que Miguel Hernando embocó de veinte para los de casa, David Gandarillas respondió igual para Sobarzo y fue la acumulación de madera la que decidió el encuentro.
Cerraba el maratón bolístico del fin de semana el cuarto intento de Pontejos de puntuar esta temporada. Para ello tenía que robarle chicos a Comillas, que tampoco ha arrancado bien el año, aunque en la tercera jornada había logrado por fin su primer triunfo. Los de la Villa de los Arzobispos son una peña llamada a cotas mayores, a pelear por entrar en la Copa. Después de apuntarse los tres primeros parciales los capitaneados por Nacho Migoya vieron cómo el conjunto visitante sacaba la raza y recortaba distancias antes de sucumbir en el epílogo.
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