La Reserva sigue sumando, aunque sin brillo

En total, desde el pasado mes de septiembre se han abatido 613 animales , una cifra que deja bien a las claras que la temporada no está siendo especialmente positiva, sobre todo si se hace una comparación con las de los últimos años. Por ejemplo, el año pasado a estas alturas se sumaban 683 jabalíes (70 más que este año), número inferior a los 703 de 2020; a los 780 de 2019; a los 782 de 2018; o a los 928 de 2017. Es decir, al margen de lo que pueda ocurrir de aquí a que termine la temporada allá por el mes de febrero, esta campaña está siendo sensiblemente peor que, sin retroceder mucho más atrás, las del último lustro.

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En estas dos últimas jornadas de caza, sin embargo, sí hubo algunas cacerías que merecen ser destacadas por sus resultados. Así, en Liébana, los lotes de Panda Carrielda y Mataseñas, donde cazaron las cuadrillas de Agustín García y Domingo Bueno, respectivamente, dieron ocho jabalíes cada uno. A dos del cupo.

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Tampoco fueron mal las cosas en el monte campurriano de Argüeso, de donde el grupo de cazadores que dirige Ignacio Cosío se bajó con cuatro ejemplares. Los mismos que abatieron en El Táladro, en la zona baja del Nansa, Ángel Pablo Alonso y los suyos. La cuadrilla de Isidro López consiguió dar caza a tres cerdos salvajes en San Cifrián. Con un par de suidos tuvieron que conformarse en Coo (Sergio Revuelta), Fuentes Este (Daniel Terán), Izara (Manuel Antonio de Celis) y Vados Norte (José Alberto García).