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La Reserva, que parecía haber encauzado su rumbo después de un inicio de temporada con más sombras que luces, se vio este fin de semana frenada por las inclemencias climatológicas que, en unos casos, impidieron la celebración de las cacerías y, en otros, dificultaron ... en gran medida el trabajo de las cuadrillas en los montes en los que iban a actuar. En cualquier caso, la lluvia, el viento y la bajada de las temperaturas posibilitará que el monte vaya cayendo y, con ello, que las condiciones para las cacerías se celebren de ahora en adelante se puedan desarrollar en unas condiciones más adecuadas.
Los resultados más o menos positivos de los últimos fines de semana, que habían rondado el medio centenar de capturas, se vieron reducidos, aunque, a pesar de todo, sí hubo algunas cacerías que destacaron. Una, la de Panda Carrielda, lote en el que actuó la cuadrilla que capitanea Jesús Ángel Relea, por el número de jabalíes abatido: nueve, a uno del cupo fijado por la Administración para los montes de la comarca lebaniega. Otras, como las de Caviña o Abiada, por haberse completado los cupos de cuatro y tres jabalíes, respectivamente asignados para las comarcas del Nansa y de Campoo. En la primera cazó la cuadrilla dirigida por Rodrigo Pérez, mientras que en la segunda lo hizo el grupo que encabeza Manuel Udías.
En el resto de las batidas, hubo de todo. Por ejemplo, en Arretuerto, lote en el que actuó la cuadrilla de Manuel Ángel González, se abatieron media docena de cerdos salvajes. También en Liébana, el grupo de Domingo Bueno se hizo con tres ejemplares en Poda Cordancas, el monte del pueblo en que se radica la cuadrilla, Lebeña. Dos animales cazaron Jaime Parra y los suyos en Bicobres Sur, mientras que en Monte Cubino, la cuadrilla de José Santos del Hoyo se quedó con la muestra, lo mismo que las de Emilio Casares en Mataseñas, y la de Rufino Alonso en Sobreiglesias. Fuera de Liébana, merece la pena destacar la batida que celebró el grupo de Víctor Fernández en el lote de Hayedo Tejeo, en el Nansa. Cazaron tres ejemplares.
En la cuenca del Besaya, la única cacería en la que se tocó pelo fue la desarrollada en el lote de La Bacera, de donde Fernando Pablo Ceballos y los suyos se bajaron con un ejemplar.
El resto de las cacerías programadas o bien no se pudieron celebrar y quedaron aplazadas para el miércoles o el jueves próximos, o bien se saldaron con un rotundo cero.
Por otra parte, y al margen de lo ocurrido en la Reserva del Saja, los diferentes cotos repartidos a lo largo y ancho de la región también se vieron afectados por el temporal, lo que provocó que los resultados obtenidos por las cuadrillas no fueran tan brillantes como los obtenidos en las cacerías de las últimas semanas.
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